Existen tres circunstancias de las que puede derivarse el cobro de un finiquito. Puede deberse como consecuencia de la finalización de un contrato laboral, un despido o debido a una renuncia voluntaria del trabajador. En cualquiera de los 3 casos, el documento refleja las cantidades monetarias que el empleado por cuenta ajena, tiene derecho a percibir, al concluir la relación laboral con la empresa que lo ha tenido contratado.
Factores principales que repercuten a la hora de realizar el cálculo del finiquito de un trabajador
Por consiguiente, tanto si el empresario ha querido prescindir de tus servicios o si, en cambio, has sido tú mismo el que ha dado el paso, es decir, el que ha decidido extinguir el contrato, toma nota, porque estos 5 factores que exponemos a continuación, son cruciales a la hora de determinar el cálculo del finiquito:
- Salario de los días trabajados que quedan pendientes tras percibir la última nómina.
- Parte proporcional de las pagas extras no prorrateadas, aun sin percibir.
- Vacaciones generadas pero aún no disfrutadas.
- Horas extraordinarias pendientes de abonar.
- Otras cuantías que puedan haber sido pactadas en el contrato, o que vengan reflejadas en el convenio colectivo del sector al que pertenece. Nos referimos, en concreto, a gratificaciones extraordinarias, objetivos.
A esos importes hay de descontar las siguientes deducciones
Sin embargo, la suma de todos los conceptos que hemos enumerado en el apartado anterior no es lo que finalmente va a percibir de finiquito el trabajador. Esto es así, porque el importe resultante es bruto, es decir, que sobre él hay que aplicar las deducciones de la Seguridad Social y por IRPF.
Otras consideraciones a tener en cuenta relacionadas con el finiquito
En primer lugar, hay que aclarar que todo trabajador tiene derecho a percibir el finiquito, independientemente de si es a consecuencia de la extinción de un contrato o si se ha producido, por ejemplo, tras una baja voluntaria. Teniendo esto en cuenta, para saber cuándo te corresponde cobrar cuando finalice la relación laboral, tienes que considerar todos los factores que hemos enumerado en el apartado anterior.
Esto quiere decir que al cobrar de finiquito da igual si has estado trabajando solo un año o diez. Esto se debe a que, para calcularlo, solo repercuten las variables relacionadas con el último año de trabajo, con excepción de las vacaciones correspondientes al año anterior, que aún no hayan sido disfrutadas.
Para finalizar, hay que aclarar que finiquito e indemnización no son lo mismo, ya que el primero se corresponde con los conceptos pendientes de cobro al finalizar un contrato laboral. Sin embargo, la indemnización es una compensación que recibe el trabajador por ser despedido, y cuyo importe va a depender de la antigüedad y del tipo de despido. Recordemos, en este caso, que corresponden 20 días por año trabajado, que se convierten en 33 días por año, en caso de despido improcedente.
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