Motivamos al lector a que haga una búsqueda en Google con las palabras, “nueva estafa”, para ver de primera mano la magnitud de hasta donde llegan los timos, ya sean postales, por SMS o por correo electrónico. En este caso, y aunque no hablamos de una que sea reciente, si está en auge, por lo que la Seguridad Social nos alerta si recibimos una carta bajo sus credenciales. El informe sobre fraude a consumidores en España 2023-2024, elaborado por AEECF, pone de manifiesto que un 85 por ciento de los consumidores han sufrido, al menos, un intento de fraude digital durante 2023. Son cifras mareantes que nos avisan que hay que estar con “la mosca detrás de la oreja”.
¿En qué consiste esta estafa postal?
La estafa postal no difiere mucho de las ciberestafas, siendo el mismo modus operandi, pero por carta. Te llega una carta en la que te dicen, “Desde la Seguridad Social nos ponemos en contacto con usted porque es necesario que nos envíe la siguiente documentación debido a que la ley que entró en vigor el pasado mes y debido al ataque informático en los sistemas de Hacienda y Seguridad Social muchos de los datos de los ciudadanos se han perdido”. Salta a la vista los fallos en la construcción de la oración, siendo un sinsentido. Estos delincuentes se han sofisticado, pero parece que no tienen ni la EGB.
Para poder llevar a cabo el timo, necesitan tu fotocopia del DNI por ambas caras, un extracto bancario en el que la persona aparezca como titular o autorizado de una cuenta y cantidad que ha cobrado en el último mes. El siguiente paso es facilitarte un correo electrónico: Seguridadsocial.granada@outlook.es. A priori puede parecer todo legal, pero todos tenemos fácil acceso a los datos de contacto de la Seguridad Social. Así que, antes de dar el paso, es tan sencillo como entrar en su página web y comprobarlo. La carta está firmada por la “Directora General del INSS” que es un organismo distinto a de la Tesorería General.
Según el balance de criminalidad del año 2023 publicado por el Ministerio del Interior, el año cerró con cerca de 2,5 millones de infracciones penales, de las que casi dos millones corresponden a la delincuencia convencional (un 2,1 % más que en 2022) y 470.388 son ciberdelitos (casi un 20% del total). Estamos ante una lacra que desgraciadamente ha llegado para quedarse.
¿Es posible que las autoridades “cacen” a los estafadores?
El porcentaje de ciberdelitos (incluida la estafa postal) esclarecidos en 2023 fue del 13,5%, mientras que el año anterior había alcanzado el 14,6%. No obstante, el aumento de los delitos supuso un ascenso en la cifra de personas detenidas e investigadas, que pasó de 15.097 a 17.173. Aquí podemos mirar el vaso lleno o medio vacío. Es cierto que la policía centra muchos esfuerzos en atacar a estos estafadores, pero es muy difícil darles a caza a la mayoría. Es por ello que es muy importante denunciar a la mínima que creamos ser víctimas de uno de estos delitos.
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