El restaurante que enseñó a la ciudad a saborear el sushi mediterráneo baja la persiana; su legado gastronómico queda en el recuerdo de miles de comensales.
El mítico Asako, fundado en 2007 por Jesús Sánchez, Joaquín Albarracín y José Manuel Naranjo, cerró definitivamente su local de Teatinos. La caída de la demanda, el lastre de la pandemia y una expansión fallida han puesto fin al proyecto que popularizó la fusión japonesa‑mediterránea en Málaga.
Hace casi dos décadas, comer nigiri resultaba un atrevimiento. Asako rompió moldes con ventresca de atún, foie flameado y reducción de PX, conquistando a clientes que repetían semana tras semana. Su éxito inicial inspiró a decenas de negocios similares.
La pandemia y la expansión acelerada que cambió el rumbo financiero de Asako
¿Pudo el exceso de locales provocar la debacle? La respuesta es sí. En plena desescalada de 2020, los socios abrieron sendos restaurantes en Torremolinos y Teatinos. El primero cerró al año; el segundo resistió algo más, pero la facturación jamás volvió a niveles pre‑COVID.
Y ojo, que esto duele: el cierre llegó justo cuando muchos creían que el consumo fuera del hogar se había recuperado. Estos son los principales factores que precipitaron el cierre:
- Descenso continuo de las ventas tras la pandemia
- Aumento de la competencia de “sushi ilimitado” low cost
- Costes de alquiler y personal en tres ubicaciones distintas
- Cambio en los hábitos de consumo hacia el delivery
La retirada de los fundadores y el intento de rebranding Inka by Asako no logró convencer
En noviembre de 2024 los fundadores se despidieron del proyecto. El sushi‑chef Tiago Derman rebautizó el local como Inka by Asako y viró hacia la cocina nikkei. Pese a sumar gyozas y tiraditos a la carta, el nuevo concepto duró menos de un año.
Impacto para la escena gastronómica malagueña y aprendizaje para futuros emprendedores
El hueco de Asako lo ocupará otro “all you can eat”, reflejo de la tendencia que domina el sector. Sin embargo, platos emblemáticos como el Asako Roll o su tataki de atún seguirán en la memoria (y en las cartas de sus imitadores).
¿Qué pueden aprender los hosteleros? Que una marca fuerte necesita también finanzas saneadas y un crecimiento medido. “Primero afianza, luego escala”, repiten ahora los expertos en restauración. A continuación se resume la trayectoria del grupo:
Localización | Apertura | Cierre | Observaciones |
---|---|---|---|
C/ Carretería (Centro) | 2007 | 2023 | Local original, referencia gourmet |
C/ Danza Invisible (Torremolinos) | 2020 | 2021 | Bajo afluencia turística pos‑COVID |
Avda. Plutarco (Teatinos) | 2021 | 2025 | Último bastión, rebautizado como Inka |
Pese al adiós, Asako deja un legado: acostumbró al paladar malagueño a combinar soja con aceite de oliva. «Descanse en paz».