Las Letras del Tesoro sirven para que los ciudadanos inviertan su dinero, buscando una rentabilidad segura de sus ahorros, con un riesgo bajo y en un plazo de menos de un año. Se trata de unos activos que emite en Estado para financiar la deuda pública. Para ello, se buscan inversores que partan de una cantidad mínima de 1.000 euros, con letras con vencimientos a 3, 4, 6 y 12 meses. Las ganancias obtenidas tributan en la Renta.
Las Letras del Tesoro son una forma de invertir los ahorros con un bajo riesgo
Los inversores que quieran obtener beneficios a corto plazo y con un bajo riesgo, suelen invertir sus ahorros en Letras del Tesoro. El Estado siempre paga, a no ser que caiga en quiebra. Algo que es posible, pero siendo realistas poco probable, para una economía fuerte y consolidada, e integrada en la zona euro.
Sin embargo, recordemos algunos aspectos menos positivos. Uno de ellos es que ofrece unos rendimientos muy bajos, incluso negativos si hay una inflación muy elevada en la economía. En cualquier caso, el porcentaje de ganancias lo va a marcar el tipo de interés que establezca en cada momento el Banco Central Europeo.
Así es cómo tributan en la declaración de la Renta las Letras del Tesoro: el modelo 192
Las personas que hayan invertido en Letras del Tesoro durante el ejercicio fiscal anterior (2023, en este caso), deberán presentar una declaración anual informativa, rellenado el modelo 192 de Hacienda. Un trámite que se lleva a cabo al comenzar el año. Asimismo, las ganancias obtenidas tributarán a la Agencia Tributaria en la declaración de la Renta, según estos tramos establecidos:
Ganancias | Tramos de retención |
---|---|
Menos de 6.000 | 19% |
Entre 6.000 y 50.000 | 21% |
Entre 50.000 y 200.000 | 23% |
Más de 200.000 | 26% |
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