Es común que una vez hayamos dejado de usar cualquier dispositivo electrónico lo apaguemos simplemente con el interruptor. Sin embargo, estos siguen consumiendo energía a pesar de que estén apagados. Lo cual, se traduce en la factura de la luz. Si bien, existen una serie de electrodomésticos que consumen más que otros. Especialmente la televisión o Smart TV genera un gran gasto de energía.
La Smart TV en la factura de la luz
Las Smart TV, por sus características avanzadas, como la conexión a internet y las aplicaciones integradas, suelen consumir un poco más que las televisiones tradicionales. No obstante, el consumo de una televisión en vatios (W) depende de varios factores, como el tipo de tecnología, el tamaño de la pantalla y la configuración de brillo. Por ejemplo, la tecnología, las televisiones LED son más eficientes que las LCD tradicionales y las de plasma.
Otro factor es el tamaño de la pantalla: a mayor tamaño, mayor consumo energético. O la configuración de brillo y contraste: un brillo excesivo incrementa el uso de energía. Asimismo, también es determinante los años que tiene el televisor: los modelos antiguos suelen ser menos eficientes que los más modernos. Pero más allá del gasto de uso que podemos hacer de la Smart TV, también hay un porcentaje importante de consumo energético cuando esta se encuentra apagada.
Y es que tal y como apunta la compañía eléctrica Repsol: “dejar el televisor en modo de espera (stand-by) puede representar hasta el 10 % del consumo eléctrico del dispositivo”. Por ello, recomienda “”utilizar un enchufe inteligente o desenchufa el aparato si no lo vas a utilizar durante un largo período.
Otros consejos para optimizar el consumo de la TV
A este consejo, Repsol añade otra serie de pautas que son de gran ayuda para optimizar el consumo energético de la TV. Son los siguientes.
- Elige modelos eficientes: opta por televisores con etiquetas energéticas A al momento de comprar uno nuevo. Estos modelos están diseñados para consumir menos energía sin sacrificar la calidad de la imagen o las funciones avanzadas.
- Limpia la pantalla regularmente: una pantalla limpia requiere menos brillo para ofrecer una buena calidad, ya que no hay partículas de polvo que interfieran. Además, mantenerla en buen estado ayuda a evitar reflejos, lo que mejora la experiencia visual.
- Ajusta el brillo y el contraste: configura correctamente estos parámetros dependiendo de la estancia. Por ejemplo, si la habitación está poco iluminada, no es necesario un brillo muy alto.
- Activa el modo ahorro de energía: las televisiones modernas suelen incluirlo para optimizar automáticamente el consumo, reduciendo el brillo y desactivando funciones no esenciales. Es una opción que puedes habilitar desde el menú de configuración.
- Desactiva las funciones innecesarias: si no estás utilizando funciones como la conexión wifi, Bluetooth o asistentes virtuales, apágalas. Estas características consumen energía en segundo plano.
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