Pon en marcha estos 10 trucos para ahorrar dinero y combustible al conducir. Aplicando estos sencillos consejos a la hora de ponerte al volante, no solo ahorraras diesel o gasolina, sino que perjudicaras menos al medioambiente, reduciendo la huella de carbono. Además, al implementarlos conseguirás un importante alivio para tu bolsillo.
Sigue estos consejos del RACE para conseguir una conducción más eficiente
La forma de conducir va a determinar en buena medida el consumo de combustible. La brusquedad a la hora de acelerar o frenar, así como el cuidado y mantenimiento del vehículo, son aspectos relevantes a tener muy en cuenta en este sentido. Aunque es cierto que los coches cada vez consumen menos, si además aplicas estos consejos, el ahorro económico también será considerable.
Los 10 trucos del RACE para ahorrar combustible
La plataforma web del RACE (Real Automóvil Club de España), el prestigioso club de automovilistas fundado en 1903, da esta serie de pautas a los conductores para ahorrar dinero y combustible en los desplazamientos en coche:
- Planificar el viaje de manera correcta: elige la ruta más fácil, rápida y segura.
- Comprobar la presión de las ruedas: si es inferior a 0,5 bares de la recomendada, el aumento de combustible puede ser hasta un 4% más.
- Elimina las cosas que no te sirvan del maletero y deja solo lo imprescindible y necesario.
- Mantén una velocidad uniforme durante el trayecto.
- En paradas de más de un minuto es conveniente apagar el motor.
- El aire acondicionado es mejor opción que dejar las ventanillas abiertas, ya que esto provoca que haya más resistencia al aire y el consumo sea mayor.
- La calefacción debe enfocarse con las salidas del aire hacia el suelo, además una temperatura demasiado alta puede provocar somnolencia.
- Usa el freno motor, soltando el acelerador, para evitar frenazos.
- Utiliza marchas largas para evitar revolucionar el motor.
- Usa la inercia de los descensos para adelantar el cambio de marchas circulando a bajas revoluciones.
Para finalizar, debes considerar que un coche siempre gasta más cuando circula por ciudad que cuando lo hace por carretera. Los acelerones bruscos y los frenazos continuos, provocan que se gaste más gasolina o diesel, aunque la velocidad de circulación sea bastante menor que, por ejemplo, al hacerlo por una autopista.
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