Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) son alternativas para acumular un ahorro a largo plazo a través de aportaciones periódicas o extraordinarias. De esta forma, proporcionan unos ingresos complementarios a la jubilación. Los PIAS se contratan mediante un seguro de vida-ahorro. Por lo tanto, en caso de fallecimiento del asegurado, los beneficiarios recibirán las aportaciones capitalizadas hasta la fecha de fallecimiento. En este artículo, te informamos más sobre estos planes.
PIAS: ¿Cómo funcionan y qué debes saber?
Cabe mencionar que a diferencia del Plan de Previsión Asegurado (PPA), el dinero ahorrado en un PIAS se puede rescatar en cualquier momento o se puede constituir en una renta vitalicia. Asimismo, como ahorrador, realizarás aportaciones periódicas (lo más habitual es que sean mensuales) al PIAS. Aquí se irá sumando capital y un rendimiento anual dependiendo de lo que indiques en la póliza.
En cualquier caso tu aportación no podrá superar los 8.000 euros al año, ni el total acumulado los 240.000 euros. Mientras, el importe mínimo de la aportación única es de 600 euros. Por otro lado, muchos PIAS añadirán bonos en forma de pagos por parte de la aseguradora para mantener la inversión. Podrás retirar tu dinero en cualquier momento, pero sólo pasados cinco años tendrás ventajas fiscales si lo recuperas como renta vitalicia en lugar de como capital.
Ventajas de los PIAS
El principal beneficio de los PIAS es que fomentan el ahorro periódico. Así, todos los meses o trimestres, puedes ir haciendo tus aportaciones. Para ello, puedes elegir entre PIAS garantizados que no tienen rentabilidad o PIAS que están invertidos en los mercados financieros. Otras de sus ventajas, son:
- Una vez integrada la renta vitalicia asegurada, las prestaciones mensuales en forma de renta que obtengas,tributan en IRPF como rendimiento de capital mobiliario, con reducciones fiscales variando según tu edad.
- Su buen tratamiento fiscal. Este permite dejar de pagar hasta el 92% de los impuestos por las plusvalías en la declaración de IRPF en el mejor de los casos. Eso sí, para esta condición, como hemos mencionado antes, tienen que haber pasado cinco años desde el inicio de la inversión y si tras rescatarlo se contrata una renta vitalicia.
- Su flexibilidad. Puedes recuperar el dinero en cualquier momento, aunque ten en cuenta que puede que tengas penalizaciones o que pierdas dinero por los costes en función de cuándo los rescates.
- Puedes designar a los beneficiarios que desees para el caso de fallecimiento.
Sus desventajas
A pesar de sus beneficios, el mayor inconveniente de los PIAS puede ser los costes. En el momento de su contratación, la aseguradora suele cargar una comisión por el coste del producto, con lo cual, se reduce de partida el dinero que se dedica a inversión. Y, en el caso de los PIAS garantizados, su principal desventaja es que no obtendrás por tu dinero más allá de lo que conseguirías por un depósito.
¿Qué necesitas para solicitarlos?
Si tu intención es acceder a los PIAS, debes tener entre 14 y 70 años y 6 meses. Tampoco, puedes haber rescatado el saldo acumulado antes del quinto del año desde su contratación. Por último, tienes que haber percibido el ahorro acumulado en forma de renta vitalicia.
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