Permite conseguir dinero rápido dejando una joya como garantía. Explicamos quién puede acudir, cuánto prestan, qué intereses aplican, los plazos habituales y qué pasa si no devuelves el dinero.
El monte de piedad concede pequeños préstamos usando como respaldo una joya u otro objeto de valor. Es una opción para cubrir una necesidad puntual de liquidez sin vender la pieza. ¿Te interesa? Depende de tus circunstancias y de entender bien el proceso. A continuación, mostramos algunos consejos que da sobre este asunto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Quién puede acudir al monte de piedad: observaciones de la OCU
Suele acudir quien necesita efectivo de forma pasajera y tiene en casa objetos como medallas, cadenas o relojes de oro. Antes de decidir, conviene comparar con alternativas (préstamo familiar, tarjeta o vender otros artículos). Además, el oro se paga alto y, desde 2021, ha prácticamente duplicado su valor, lo que puede mejorar la tasación.
La entidad tasará la joya y fijará un préstamo vinculado a ese valor de mercado del día. Los importes, los tipos y los plazos siguen patrones bastante estables. Para que lo tengas de un vistazo, aquí va un resumen:
Aspecto | Indicador habitual | Observaciones |
---|---|---|
Capital prestado | Aproximadamente el 50% del valor de mercado | Similar a una hipoteca que no supera el 80% de tasación |
Intereses (TAE) | Entre 6,5% y 14% anual | La TAE sube si hay gastos fijos |
Tasación y gestión | Suele haber 15–20 € en costes | Afectan mucho cuando el préstamo es pequeño |
Plazo de devolución | En general, 1 año | Puede renovarse o acortarse |
Custodia de la joya | Hasta devolver el préstamo | La pieza queda guardada por la entidad |
Incumplimiento | Subasta de la joya | Se intenta cubrir la deuda |
Si no alcanza | No hay más deuda pendiente | Quedas libre del resto |
Si sobra dinero | Te entregan el excedente | Tras liquidar lo debido |
Antes de ir, calcula un valor orientativo: pesa la joya (una balanza de cocina sirve para estimar) e identifica la ley o quilataje. Lo más frecuente es 18K, aunque también se ven 14K o 9K.
Procedimiento para empeñar joyas y recuperar la prenda paso a paso
El recorrido es sencillo: primero, tasación; después, firma del préstamo por un porcentaje del valor; por último, custodia de la joya hasta la devolución. Cuando reintegres el capital e intereses, te la devuelven. ¿Qué ocurre si no puedes pagar? El monte de piedad subasta la pieza. Si la venta no cubre todo, no te reclamarán la diferencia; y si obtiene más, recibirás lo que sobre. Por tanto, es clave ajustar el importe que pides a tu capacidad real de devolución.
Consejos para usar un monte de piedad sin sorpresas
Si te planteas esta vía, puede ser razonable solo cuando concurren varias condiciones a la vez, es decir, cuando necesitas dinero rápido, ya has descartado opciones más baratas y quieres conservar tus joyas.
Además, evita, en general, dos caminos: vender oro directamente al monte de piedad (suele pagarse poco) y confundirlo con comercios de “compro oro”. Estos últimos acostumbran a operar como ventas con opción de recompra: te compran la joya barata y te permiten recomprarla luego a un precio superior. Si se miran como coste financiero, esos sobreprecios equivalen a TAEs muy elevadas, incluso cercanas al 200% anual. Ojo, no te líes: no es el mismo producto ni las mismas condiciones.
La propia entidad del monte de piedad interviene en todo el proceso: tasan, formalizan el préstamo, custodian la pieza y, si toca, organizan la subasta. Tu papel es aportar la documentación que te pidan, llevar la joya, firmar y, después, cumplir el calendario de pagos o solicitar una renovación dentro del plazo.
Los montes de piedad pueden ser útiles para una urgencia puntual si entiendes el coste real (intereses más gastos) y si el importe solicitado es prudente. Calcula previamente el valor de tu oro, revisa la TAE y decide con cabeza. ¿La mejor señal? Que puedas devolver sin apuros y recuperar tu joya cuando toque. Conoce otras noticias sobre trámites y gestiones en nuestro periódico digital.