Las letras del Tesoro son valores de renta fija a corto plazo que no pagan un interés periódico en forma de cupón. Por estos motivos, su rentabilidad se deriva de la diferencia entre el precio de adquisición y el valor nominal en la fecha de amortización, que es de 1.000 euros por título. Las letras del Tesoro son emitidas por el Estado a través del Tesoro Público. Si quieres saber por qué muchos ahorradores invierten en ellas, sigue leyendo este artículo:
Letras del Tesoro: cómo fue aumentando su rentabilidad
Durante muchos años, la rentabilidad de las letras del Tesoro estuvo restringida por las políticas de tasas de interés negativas implementadas por el Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, recientemente, las letras del Tesoro han ido ganando gran popularidad al trasladar las subidas de tipos de interés del BCE a la remuneración que pagaban a los inversores.
Así, en octubre de 2023, las Letras a 6, 9 y 12 meses superaron la rentabilidad del 3,8%. Mientras, la deuda a 3 meses llegó a su umbral en febrero de 2024 con un 3,74%. Estos porcentajes, enseguida llamaron la atención de muchos inversores que buscaban rentabilizar su ahorro. Como resultado, se formaron grandes filas frente al Banco de España de personas que querían comprar deuda pública e incluso se llegó a colapsar la página web del Tesoro.
¿Es buen momento para invertir en letras del Tesoro?
En la última subasta del año, el Tesoro Público captó 2.582,4 millones de euros. En los títulos a tres meses se adjudicaron 1.041,289 millones, con un tipo marginal del 2,580%, inferior al 2,739% registrado en la subasta del pasado 12 de noviembre. Si lo comparamos con enero de este año, la pérdida es de 90 puntos básicos en el primer caso y de 110 puntos básicos en el segundo. Sin embargo, pese a esta caída, los hogares siguen situándose como los mayores tenedores de letras del Tesoro.
¿Cómo tributan?
Según el Tesoro Público, las letras del Tesoro se consideran como «activos financieros emitidos al descuento o de rendimiento implícito». Esto quiere decir que la diferencia entre lo que se pagó por ellas y lo que se recibió al amortizarlas es algo que se debe declarar.
Al estar valoradas como un rendimiento de capital mobiliario se encuentran, por ello, sujetas al IRPF correspondiente. De esta forma, las letras del Tesoro tributan en la base imponible del ahorro. Allí, se aplican unos tipos del 19% al 28% dependiendo del tramo.
Financiación en 2024
La estrategia del Tesoro de 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio. Pese a la reducción de las emisiones netas, la deuda bruta aumentará de los 252.000 millones a los 257.600 millones, un alza del 2%, como resultado del incremento de las amortizaciones. Esto supone una reducción de 10.000 millones respecto a las de 2023.
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