En la actualidad, la ansiedad generada por el estrés laboral, es el segundo problema de salud que genera más incapacidades temporales en España. Según datos de Eurostat, solo lo superan las lesiones relacionadas con trastornos traumatológicos del sistema músculo-esquelético. Esta circunstancia pone encima de la mesa un problema que no para de aumentar año tras año y que afecta por igual a trabajadores de todos los sectores productivos de nuestro país, sin importar su categoría profesional.
En qué consiste el estrés laboral: situaciones más comunes que suelen generarlo
En primer lugar, el estrés es una reacción fisiológica que se produce en el cuerpo humano, al activarse mecanismos de defensa ante una situación que el individuo afectado percibe como amenazantes para su integridad. Partiendo de esta premisa, son muchas las causas que pueden provocar ansiedad o estrés a causa del trabajo.
Por ejemplo, desde realizar actividades físicas en un entorno peligroso, no cumplir las expectativas, plazos de entrega ajustados o el mal ambiente laboral. Todas estas circunstancias afectan a muchas personas, de manera que no pueden afrontar con normalidad su día a día. En esos momentos, necesitan buscar el apoyo de un profesional médico que valore su situación y les proporcione una baja laboral.
Sigue estos pasos para pedir una baja por ansiedad o por estrés laboral
Para pedir una incapacidad por ansiedad o por estrés laboral, hay que seguir el procedimiento establecido por la Seguridad Social, para tramitar una baja originada por cualquier otra enfermedad o lesión. Sin embargo, cuando alguien que presenta este problema de salud llega a una consulta médica, lo primero que hay que determinar el origen de su dolencia:
- Si es como consecuencia de un estrés provocado por problemas personales o familiares, la baja se solicita por contingencias comunes en el médico de cabecera.
- En cambio, si se determina que el origen del problema está en el entorno laboral de la persona afectada, se debe solicitar como una contingencia profesional.
En relación con esta última, es decir, si el problema de ansiedad o estrés en el trabajador, lo origina una causa laboral, se debe tramitar la incapacidad temporal a través del médico de la mutua y la prestación comenzaría a cobrarse a partir del día siguiente en el que se inicie la baja. En este caso, podrías beneficiarte de la IT, en principio, durante un año.
Sin embargo, podría ampliarse 6 meses más, si se considera que durante ese espacio de tiempo va a producirse una mejoría que derive al alta. Pasado ese tiempo, la situación del trabajador pasaría la valoración de un tribunal médico que estudiaría, según cada caso particular, el tener derecho o no a percibir una prestación por incapacidad permanente.