La Agencia Tributaria activará el 1 de enero de 2026 nuevos controles sobre pagos con tarjeta que superen 25.000 euros al año. El objetivo es reforzar la transparencia y combatir la economía sumergida sin prohibir ese nivel de gasto.
El uso de la tarjeta se ha convertido en la norma y facilita llevar cuenta de los gastos. En este contexto, la Ley General Tributaria se modifica para que, desde 2026, quienes superen el umbral anual de 25.000 euros vean cómo Hacienda cruza datos bancarios con las declaraciones de la renta, patrimonio y actividades económicas. La medida se alinea con la Directiva de la Unión Europea y con la Ley 11/2021 de prevención y lucha contra el fraude.
La economía sumergida sigue pesando: estimaciones sitúan en torno al 24% del PIB la actividad informal, con mayor impacto en Andalucía, Canarias, Extremadura y Murcia, donde ronda el 17% del PIB regional. De ahí que el Gobierno refuerce el control para proteger ingresos públicos esenciales como sanidad, educación y pensiones. ¿Te suena razonable si lo piensas en frío? Antes de entrar al detalle, conviene fijar de un vistazo las claves prácticas del cambio normativo. Por lo tanto, no se prohíben pagos ni se penaliza gastar, pero sí se activa una verificación más exhaustiva de coherencia fiscal.
Cómo afectará en 2026 el control de pagos con tarjeta de Hacienda
La Agencia Tributaria podrá cruzar la información que remiten los bancos con las declaraciones presentadas por los contribuyentes. No se controlarán compras una a una, sino los importes globales. Esto quiere decir: podrás seguir pagando en comercios físicos y plataformas online con crédito, débito, tarjetas virtuales o de prepago. ¿Y si no alcanzas los 25.000 euros? En ese caso, el umbral no te afecta como particular.
Deben fijarse especialmente quienes sumen más de 25.000 euros anuales en pagos con tarjeta. Además, para autónomos y empresas la obligación informativa se aplica, sin mínimo de gasto, por su propia actividad económica. En consecuencia, si tienes un negocio, estarás dentro del radar informativo, aunque no superes ese tope. Por otro lado, recuerda que el 1 de enero de 2026 es la fecha clave de entrada en vigor.
Qué información enviarán los bancos y cómo se cruzará con declaraciones
A partir de 2026, cada entidad deberá remitir un informe anual. ¿Qué incluye exactamente?
- Identificación del titular y de las personas autorizadas en la cuenta o tarjeta.
- Números de tarjeta y cuentas vinculadas.
- Volumen total de abonos y cargos realizados durante el año.
- Importe global de los pagos efectuados.
Con esos datos, Hacienda cotejará la información con la renta, el patrimonio y las actividades económicas declaradas, para comprobar coherencia y detectar posibles incongruencias.
Beneficios esperados y preocupaciones sobre la privacidad en pagos electrónicos
Entre las ventajas, destaca la reducción del fraude, la mejora de la transparencia económica y la trazabilidad del dinero. No obstante, hay inquietudes sobre la carga administrativa para las entidades y la protección de datos. ¿Y la privacidad? La norma aclara que no se registrará el detalle de las compras, solo los totales, lo que limita la intrusión en las decisiones de consumo.
En resumen, el Gobierno busca equilibrar control fiscal y transparencia financiera en un país donde el efectivo pierde terreno frente al pago electrónico. Si superas los 25.000 euros anuales o eres autónomo o empresa, conviene revisar tus hábitos y planificar con tiempo. Dicho claro y pronto: mejor no dejarlo para el último día. Permanece informado de más noticias sobre trámites en nuestra plataforma web.