Revisar el contrato que tienes firmado con el banco es fundamental para evitar sustos en las mensualidades del préstamo hipotecario.
Las hipotecas a tipo fijo representaron el 60,6% del total de las formalizadas en septiembre de 2025, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Son una opción interesante para quienes buscan estabilidad, pero si no se cumple lo pactado o se modifican condiciones, el recibo puede aumentar. ¿Te ha pasado y no sabes por qué?
Vinculaciones, bonificaciones y seguros: motivos frecuentes para pagar más cada mes
Es habitual que el banco ofrezca un tipo más bajo si cumples ciertas vinculaciones: domiciliar la nómina, abrir planes de pensiones o contratar productos como seguros o tarjetas de crédito. Si dejas de cumplir esos requisitos, la entidad puede retirar bonificaciones y la cuota sube, aunque la hipoteca siga siendo fija. ¿Has cambiado alguna vinculación sin darte cuenta?
Además, estos productos pueden tener costes e impuestos asociados que aumenten con el tiempo. Y si un seguro se pagó con prima única y se financió dentro del préstamo, ese importe eleva el capital y puede reflejarse en una mensualidad mayor. Para situarte rápidamente, estas son las causas que más se repiten:
| Situación | Consecuencia habitual |
|---|---|
| Se pierden vinculaciones pactadas | Se eliminan bonificaciones y sube la cuota |
| Prima única financiada dentro del préstamo | Aumenta el capital y se encarece el pago |
| Suben costes e impuestos de productos asociados | Tu gasto total mensual puede crecer |
Si te encaja alguna, revisa desde cuándo cambió la condición: ahí suele estar la explicación. Además, ten en cuenta que pedir modificaciones también puede encarecer el pago. Si solicitas elevar la cuantía del préstamo hipotecario, ampliar el periodo de amortización o pactar un periodo de carencia, es probable que se aplique un tipo de interés mayor, y eso se traduce en cuotas más altas. En algunos casos, estos ajustes pueden conllevar comisiones que afecten a la cuota, aunque sea de forma temporal.
Promociones, carencias e hipotecas mixtas: por qué el recibo puede subir solo
Al contratar, algunos bancos ofrecen un tipo de interés más bajo al principio. Cuando termina ese interés promocional, el tipo se incrementa y la cuota sube automáticamente. También ocurre con las hipotecas de cuota creciente, donde el tipo aumenta porcentualmente cada año según contrato.
Si has tenido un periodo de carencia total o parcial, al terminar también pagarás más. Ten en cuenta que el plazo de amortización será menor y que los intereses se acumulan, así que puedes devolver más dinero en menos tiempo. Y un último punto: puede que tu hipoteca sea mixta, con un tramo fijo inicial y, después, una parte variable dependiente del euríbor.
Retrasos en el pago y soluciones si el banco ya te ha subido la cuota
Acumular demoras en los pagos puede activar penalizaciones previstas en el contrato, donde suelen incluirse incrementos en los tipos de interés. En consecuencia, las mensualidades pendientes pueden encarecerse. Por eso, si te has retrasado, conviene regularizarlo cuanto antes.
Si el aumento ya está hecho, pide al banco el motivo y localiza la cláusula concreta. ¿No te cuadra la subida? A partir de ahí, estas opciones son las más habituales:
- Negociar una novación hipotecaria para ajustar plazos y el tipo de interés nominal (TIN) sin esas condiciones extra.
- Subrogar la hipoteca a otra entidad con un tipo de interés más bajo si no hay acuerdo.
Por consiguiente, lee las cláusulas, cumple las vinculaciones que te compensen y sé puntual. Y si algo no cuadra, pregunta rápido, que nadie regala sustos. Para más noticias sobre trámites y gestiones te recomendamos que visites los contenidos de nuestro periódico digital.