El concepto de vivienda habitual es importante conocerlo de cara a realizar correctamente la declaración de IRPF. Equivocarnos puede suponer que Hacienda nos reclame las deducciones de las que nos hemos beneficiado y además nos imponga una sanción. Pero, ¿qué se considera vivienda habitual? Según la Agencia Tributaria, la definición de vivienda habitual a efectos de la deducción tiene que cumplir con varios requisitos.
El primero es que la residencia en esa vivienda haya sido de al menos tres años durante un período continuado. Sin embargo, se entenderá que la vivienda tuvo carácter habitual si no hubiese transcurrido dicho tiempo pero se hubiese producido el fallecimiento del contribuyente o concurran otras circunstancias que exijan el cambio de domicilio de forma necesaria. Estas circunstancias serían: la celebración de matrimonio y mudanza de uno de los cónyuges, la separación matrimonial, el traslado por motivos laborales, la obtención de primer empleo o el traslado necesario como consecuencia de la discapacidad del propio contribuyente, su cónyuge o un pariente.
También se puede dar el caso cuando el contribuyente adquiera una vivienda o termine las obras que la hagan habitable. Entonces, solo será necesario haberla habitado en un plazo no superior a los doce meses. Si se dejase de cumplir con cualquiera de estos requisitos, será necesario informar a Hacienda y, si procede, devolver las deducciones o exenciones aplicadas indebidamente para no dar lugar a una inspección por parte de la Agencia Tributaria y sus consecuentes sanciones.
¿Cómo comprueba Hacienda que es mi vivienda habitual?
Hacienda puede investigarte en cualquier momento para comprobar que lo que se declara en el IRPF es verdad. Para ello, dispone de varios mecanismos como, por ejemplo, consultar tu lugar de empadronamiento, que ha de coincidir con el de tu vivienda habitual. Podrá comprobar tu domicilio fiscal que también deberá de coincidir, por lo que es importante mantenerlo actualizado.
Los recibos de consumo de suministros como la factura de la luz, agua, teléfono, internet… asegúrate de que estén a tu nombre porque esta será otra forma de demostrar que resides ahí. Además, Hacienda podrá tener en cuenta otros datos como la información bancaria o el uso de las tarjetas de crédito, la dirección de tu centro de salud o un certificado emitido por el presidente de la comunidad de propietarios asegurando que efectivamente vives allí.
¿Cuáles son los beneficios fiscales de la vivienda habitual?
Las deducciones y exenciones que puedo hacer por vivienda habitual son varias y variarán según la situación de cada caso. La exención por reinversión en vivienda habitual implica que no tendremos que tributar por la ganancia patrimonial obtenida cuando la venta de nuestra vivienda habitual sea para adquirir un nuevo inmueble de la misma categoría. Otra exención es por transmisión de la vivienda habitual para mayores de 65 años. En este caso, existe esa exención de las ganancias patrimoniales obtenidas por compraventa o donación de la vivienda habitual cuando el contribuyente sea mayor de 65 años.
La deducción por inversión en vivienda habitual en el IRPF se eliminó con efectos desde el 1 de enero de 2013, pero siguen pudiendo aplicarse en aquellos casos de contribuyentes que cumplían con los requisitos para hacerlo a fecha de 31 de diciembre de 2012. Es importante, en cualquier situación, no intentar engañar al fisco, pues el organismo público cuenta con varias formas de adivinar y comprobar nuestra vivienda habitual. Si te interesan más noticias como esta, visita nuestra sección de trámites.