Miles de propietarios en España mantienen sus inmuebles desocupados por miedo a impagos o desperfectos, afrontando más de 3.000 euros al año en tasas, impuestos y mantenimiento. Conoce los gastos que pueden dispararse si decides cerrar a cal y canto tu casa.
El encarecimiento de los alquileres y la escasa oferta en el mercado han llevado a algunos propietarios a dejar sus casas vacías. Sin embargo, esta decisión puede resultar más costosa de lo que parece. Según varias agencias del sector inmobiliario, la suma de gastos fijos (comunidad, IBI, seguros, suministros y mantenimiento) puede superar fácilmente los 3.000 euros anuales. ¿Te interesa saber más? A continuación, encontrarás las claves para entender por qué tener una vivienda desocupada no siempre es la mejor opción.
Las repercusiones económicas de mantener un inmueble desocupado durante años
Aunque muchas personas temen posibles impagos de inquilinos, es importante recordar que cerrar una casa implica renunciar a ingresos por alquiler. El precio medio en España ronda los 1.083 euros mensuales, lo que se traduce en casi 13.000 euros brutos anuales potenciales. Por otro lado, el IBI, la tasa de basuras o el alcantarillado suman cada año un gasto que, en la mayoría de los casos, no baja de los 400 euros y puede superar los 1.100, dependiendo del valor catastral y de la normativa municipal.
No hay que olvidar el coste de la comunidad, que, según el portal Pisos.com, suele situarse entre los 60 y los 105 euros mensuales en grandes ciudades. Además, los suministros básicos (luz, agua y gas) con sus cuotas fijas pueden suponer de 40 a 100 euros cada mes, incluso sin consumo real. El seguro de hogar, aunque voluntario, se recomienda para cubrir posibles daños, sumando fácilmente entre 155 y 600 euros al año. En la siguiente tabla, se muestran algunos costes estimados:
Concepto | Coste aproximado al año |
---|---|
IBI | 400 – 1.100 € |
Comunidad de propietarios | 720 – 1.260 € |
Suministros mínimos | 480 – 1.200 € |
Seguro de hogar | 155 – 600 € |
Estos importes pueden variar según la ubicación, el tamaño de la vivienda y las condiciones específicas de cada propiedad.
Consejos para reducir los gastos al mantener una casa desocupada sin pérdidas
Para quienes, pese a todo, deciden mantener su inmueble cerrado, conviene tomar ciertas precauciones que eviten gastos aún mayores. ¿Por qué? Porque una vivienda vacía se deteriora con más facilidad, y las reparaciones pueden dispararse si pasan años sin revisarse ventanas, fontanería o instalaciones eléctricas. A continuación, se incluye una lista con recomendaciones útiles:
- Revisar instalaciones periódicamente: detectar fugas o humedades a tiempo puede evitar costosas reparaciones.
- Comparar precios de seguros: buscar la póliza más adecuada según el valor real de la casa.
- Valorar el alquiler temporal: aunque se tema la morosidad, existen fórmulas de protección como los seguros de impago.
- Informarse sobre recargos municipales: algunos ayuntamientos aplican recargos del IBI de hasta el 150 %.
Mantener la casa con los suministros de agua y luz dados de alta puede prevenir averías de fontanería o sistemas eléctricos. No obstante, si no se prevén visitas o uso ocasional, conviene estudiar si alguna baja temporal aliviaría la factura. Ojo con los recargos adicionales: la nueva ley de vivienda faculta a ciertos consistorios para gravar más aquellas casas que lleven vacías varios años.
En definitiva, tener una propiedad desocupada no solo implica renunciar a posibles ingresos, sino que obliga a afrontar impuestos, suministros, seguros y un mantenimiento que suele salir más caro de lo que se piensa. Antes de dejar tu casa cerrada, conviene analizar alternativas como los alquileres con garantías o la contratación de seguros de impago. Síguenos durante los 365 días del año para conocer más noticias socioeconómicas. Visita nuestra sección de trámites para estar informado.