En general, es obligatorio que los contratos firmados en España estén formalizados por escrito. Es una manera de dejar claro, desde el primer momento, qué tipo de relación laboral se va a establecer entre el empleado y el empleador. Por ejemplo, para determinar si va a ser un trabajo a tiempo completo o de duración determinada, si va a ser temporal o indefinido, si va a desempeñar su labor como fijo discontinuo o si va a ser de formación o de prácticas. En cualquier caso, es fundamental revisar sus cláusulas para evitar futuros problemas.
Conoce los pormenores de un contrato laboral: principales conceptos a tener en cuenta
El Ministerio de Trabajo dispone en su web oficial de los correspondientes modelos oficiales de contratos de trabajo vigentes en España. Una vez que el trabajador por cuenta ajena firme dicho documento, el empleado tiene derecho a que la empresa le facilite una copia. Por ejemplo, este aspecto es muy necesario por si hubiera que hacer algún tipo de denuncia o reclamación en un futuro.
Por otra parte, en caso de extravío, podría solicitar una copia básica en el SEPE, ya que el empleador está obligado a registrar todos los contratos laborales que realiza. Además, es muy importante conocer desde un primer momento la modalidad de contrato que se ha firmado, puesto que, cada tipo tiene sus propias obligaciones y derechos.
Aprende a identificar las partes de un contrato de trabajo
En primer lugar, hay que fijarse en el encabezado, que es lugar en el que figuran los datos principales de identificación de la empresa y del trabajador:
- Correspondientes a la empresa: nombre o razón social, CIF, domicilio fiscal, cuenta de cotización en la Seguridad Social y actividad de la empresa. También, hay que especificar el centro de trabajo, pues a veces no coincide con el domicilio fiscal.
- Del trabajador: nombre y apellidos, DNI O NIE, número de la Seguridad Social, fecha de nacimiento, nacionalidad, lugar de residencia y nivel formativo.
Las cláusulas: un importante dato que tienes que comprobar en tu contrato laboral
Por otra parte, es conveniente fijarse y prestar atención a todas las cláusulas que recoge el contrato. Esta parte es fundamental, debido a que especifica cuáles van a ser las condiciones de trabajo. Es preciso que en este apartado sea muy concreto, definiendo claramente las funciones del trabajador en la empresa, para dejar fuera posible malas interpretaciones o malentendidos, que puedan derivarse en un futuro. Contenidos a tener en cuenta:
- Centro de trabajo: debe quedar claro dese un primer momento dónde se va a desarrollar la actividad laboral.
- Tiene que especificar cuál es el convenio colectivo que se va a aplicar.
- El tipo de jornada, es decir, si es va a ser a tiempo completo, parcial o por horas.
- Si existe un periodo de prueba, hay que establecer la duración del mismo.
- En caso de contratos temporales, hay que especificar el motivo que determine que se ponga fin a la relación laboral.
- La retribución salarial que corresponde.
- Debe Indicar si hay algún tipo de bonificación.
- Cuántos días se tienen de vacaciones, si son 30 naturales o 22 días laborales.
Para finalizar, hay un dato muy relevante que tienes que comprobar en tu contrato de trabajo, y es el relacionado con la Categoría y el Grupo Profesional. Decimos que este concepto es crucial, debido a que va a determinar el puesto que vas a ocupar en la empresa y las funciones que vas a tener que realizar. Algo que va a influir directamente en tu nómina, ya que su importe va a establecerse según las valores que recoge el correspondiente convenio colectivo, dependiendo de tu grupo de cotización.
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