Vivimos en un país y en una época donde los festivales de música afloran cuál mala hierba. Son una buena inyección económica para las localidades dónde se llevan a cabo. Además, la cultura nunca está de más, pero trae consigo un problema, un abuso evidente por parte de los promotores. Es evidente que no deja de ser un negocio, por lo que tiene que tener rentabilidad, pero dentro de unos límites. El pasado año 2023, hubo la friolera de 900 festivales distribuidos por todas partes de la geografía española. Vamos a comprobar en que se basan las denuncias de la OCU, y como puedes unirte si crees que eres uno de los afectados.
¿Qué festivales de música han sido denunciados?
En un principio, la OCU ha denunciado 7 en total que son: Festival Internacional de Benicàssim (FIB), Monegros Desert Festival, Puro Latino, Sonórica, Zevra Festival, Bilbao BBK Live y Fortaleza Sound. Esto no quiere decir que más adelante se integren más en la demanda, ya que son muchos los que fomentan prácticas abusivas. Los que hemos ido alguna vez a una de estas “fiestas”, hemos sufrido imposiciones que nos suponían un gasto extra. No podemos decir si es algo “delictivo”, porque lo desconocemos, pero nos basaremos en lo expuesto por la OCU.
Las irregularidades que denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios en contra de los festivales de música son las siguientes:
- En los que los asistentes tiene que usar una tarjeta cashless, cobran una comisión que puede llegar a los 3 euros solo por recuperar tu saldo sobrante. En primer lugar, limitan el pago con efectivo. Según la normativa RD legislativo 1/2007 se prohíbe la obligación a pagar con tarjeta, por lo que la opción del dinero en efectivo debe mantenerse siempre.
- Habitualmente pueden cobrarte una tasa por salir del recinto del festival y volver a entrar. Esta práctica está cada vez más extendida, y según la OCU podría considerarse una retención ilegal. El coste de esta “medida” puede llegar hasta los 25 euros, que no es “moco de pavo”.
- Como norma, no suelen permitir la entrada con bebidas y comida que sean de fuera del festival. Es un hecho que parte de las ganancias provienen de todo lo que consumen los asistentes. En la denuncia se expone que la actividad principal de un festival, es la artística, no la alimentaria. Este problema ya se ha vivido con los cines, en los que todavía se dirime si es legal o no.
- Y por último, el gasto en vasos reutilizables, pero sin reembolso. La OCU recuerda que debe haber suficientes puntos de agua potable gratuita.
Cómo reclamar ante cualquiera de esta u otras irregularidades
Lo primero que hay que hacer, es pedir directamente una hoja de reclamaciones, no pudiendo negarse a facilitarlo ningún festival de música. Pero si aun así, se niegan a dártela, no dudes en llamar a la policía, para que se personen en el festival en cuestión. Tienes la opción de unirte a la denuncia llevada a cabo por la OCU. Para ello ponen a disposición de cualquier ciudadano un teléfono: 900 907 511. Te asesorarán y comprobarán si tu reclamación tiene peso legal. Es importante saber que esto no supondrá coste alguno para quien lo solicite.
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