Los cajeros automáticos permiten sacar dinero a cualquier hora del día. Es una manera cómoda de disponer de efectivo utilizando una tarjeta de crédito o de débito o mediante el uso de un teléfono móvil o de un reloj inteligente. Ahora, la Guardia Civil envía una alerta a los ciudadanos que hacen uso de estos dispositivos que ponen a disposición de los usuarios las entidades bancarias. Las autoridades recomiendan ser prudentes cuando hacemos uso de un cajero, para comprobar, entre otras cosas, que no ha sido manipulado. Aunque existen nuevas técnicas de estafa que ponen en peligro la seguridad de los ciudadanos.
Los cajeros automáticos en el punto de mira de los estafadores: recomendaciones de la Guardia Civil
Los estafadores siempre están a la orden del día y cada vez implementan nuevas tecnologías en sus actos delictivos con el fin de engañar a la gente. Los ciberdelincuentes agudizan su ingenio, actualizando sus métodos, poniendo el punto de mira en los ciudadanos que sacan dinero de los cajeros.
Tradicionalmente, la estafa que ha ido ligada a los cajeros es el método conocido como skimming. Consiste en la instalación de un dispositivo que el timador instala en el cajero, para conseguir los datos de la banda magnética de la tarjeta. Lo sitúa en una parte camuflada, normalmente en la misma ranura en la que se introduce la tarjeta, pasando totalmente desapercibido para el usuario.
Con el fin de minimizar los riesgos, la Guardia Civil aconseja a la ciudadanía, a través de su cuenta en la red social X, poner en marcha una serie de precauciones básicas. Podemos resumirlas en tres consejos fundamentales:
- Comprobar que el cajero no ha sido manipulado.
- Tapar el teclado para impedir que vea nuestro PIN
- Si “se traga” la tarjeta, avisar de inmediato a la entidad bancaria.
La nueva estafa que se está produciendo en cajeros sin tarjeta
Las autoridades alertan sobre una nueva estafa vinculada a los cajeros automáticos que está proliferando en las últimas semanas. En primer lugar, los ciberdelincuentes extraen la información personal de la víctima, a través de los datos que hayan podido dejar en las plataformas de venta de segunda mano. Una vez que tienen esa información, se ponen en contacto con la persona elegida para hacerles un Bizum con el fin de pagar el artículo que tienen puesto a la venta.
En ese momento, la estafa ha comenzado, porque el estafador dice que el pago mediante Bizum ha fallado y que le ingresará el dinero mediante una cuenta bancaria, por lo que le solicita el número de cuenta. El delincuente se sitúa frente a un cajero y le dice a la víctima que le facilite el código temporal que figura en la aplicación de su banco para hacer el ingreso, puesto que el número de teléfono ya lo conoce. En ese momento, la persona incauta les facilita el código y el ladrón, en vez de hacer el ingreso, procede a robarles el dinero en el cajero sin necesidad de tarjeta.
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