Para conseguir una pensión por incapacidad permanente es necesario pasar por la evaluación de un tribunal médico que determine si la persona solicitante tiene derecho o no a percibir la pensión. La Seguridad Social concede esta prestación cuando el trabajador presenta una reducción funcional o anatómica que le impide seguir realizando su actividad laboral habitual. Veamos los tipos de incapacidad que existen según la normativa y las cuestiones a las que hay que enfrentarse delante del tribunal médico.
Inicio del procedimiento y tipos de incapacidad permanente
En primer lugar, hay que aclarar que el procedimiento para determinar una incapacidad permanente puede ser de oficio, a instancia de la entidad colaboradora o de la Inspección de Trabajo, aunque también lo puede solicitar la persona interesada por propia iniciativa. En cualquier caso, el procediendo comienza cuando se agota la baja laboral temporal.
Por otra parte, según dicta la normativa vigente, para poder acceder a una pensión de estas características, es necesario que la persona solicitante cumpla con unos requisitos mínimos de cotización. Una vez convenientemente acreditados, el tribunal de evaluación o EVI (equipo de valoración de incapacidades), determina que la persona puede tener alguno de estos 4 tipos de incapacidad permanente, según la gravedad de su dolencia o lesión:
- Permanente parcial: cuando se ha perdido entre el 33% y el 66% de su capacidad laboral, por tanto, se considera que puede seguir trabajando, aunque con limitaciones.
- Permanente total: en este caso, el trabajador ya no va a poder realizar su actividad habitual, aunque puede dedicarse a otra ocupación laboral.
- Incapacidad permanente absoluta: No se puede realizar ningún trabajo de ningún tipo.
- Gran invalidez: Además de ser declarado con la incapacidad parmente absoluta, la persona necesita ayuda para realizar sus tareas cotidianas.
Estas son las preguntas que suele hacer el tribunal médico
Para poder tener derecho a cobrar una pensión por incapacidad permanente de la Seguridad Social, es necesario que la persona afectada por una enfermedad o lesión, pase una evolución de su dolencia. Durante ese proceso, la persona interesada deberá aportar los informes médicos que acrediten su patología. Además, serás objeto de este tipo de cuestiones por parte del tribunal médico:
- Preguntarán sobre el tipo de enfermedad o lesión que te han diagnosticado y cómo afecta en tu día a día, es decir, cuáles son sus limitaciones físicas a la hora de caminar o realizar cualquier otro tipo de tarea cotidiana.
- Cómo piensas que va a afectar tu dolencia a tu actividad laboral.
- Si necesitas algún tratamiento o si estás siguiendo un proceso de rehabilitación.
- Preguntarán si has intentado trabajar desde que se diagnosticó tu problema de salud y por qué no pudiste continuar con la actividad laboral.
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