Europa está dando pasos firmes hacia una regulación que podría transformar drásticamente el panorama de la industria del cuero.
La Comisión Europea ha lanzado una consulta pública para evaluar la viabilidad de prohibir la venta de productos fabricados con piel de animales criados en granjas. Esta medida, enmarcada dentro de una ofensiva animalista, afectaría directamente a una serie de sectores tradicionales de la economía rural.
El impacto sería amplio. Si la propuesta prospera, no solo se vería afectada la industria peletera, sino que también sectores como la marroquinería, el calzado artesanal o la fabricación de productos como carteras, cinturones y botas de piel. Fabricantes de artículos de cuero de vaca, cabra, oveja y cerdo tendrían que adaptarse a esta nueva realidad o desaparecer del mercado.
La Iniciativa Ciudadana Europea y la presión animalista
La consulta pública se debe, en parte, al éxito de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) “Europa sin pieles», que logró reunir más de 1,5 millones de firmas en 18 Estados miembros. Esta presión ha llevado a la Comisión Europea a abrir el debate sobre las consecuencias de esta prohibición, tanto a nivel económico como social.
El objetivo principal de la Comisión es crear una legislación que prohíba la producción y comercialización de pieles de animales criados específicamente para su explotación, lo que afectaría a un gran número de productos que contienen piel, incluso si su origen proviene de la industria alimentaria.
¿Qué implicaciones tendría para los artesanos y pequeños productores?
El mundo rural se encuentra, una vez más, en el punto de mira de las decisiones legislativas europeas. La prohibición afectaría no solo a los fabricantes de artículos de lujo, sino también a los pequeños productores y a los sectores relacionados con la ganadería, que utilizan la piel como subproducto de la industria alimentaria.
El cuero vacuno, por ejemplo, es considerado uno de los materiales más sostenibles, ya que se aprovecha un subproducto que, de otro modo, acabaría en el vertedero. La medida, en este sentido, podría destruir el equilibrio del aprovechamiento integral del animal y perjudicar gravemente la economía rural.
¿Qué pasa ahora? Participa en la consulta pública
La consulta está abierta hasta el 1 de agosto de 2025, lo que ofrece a todos los sectores afectados la oportunidad de presentar sus alegaciones. Criadores, empresas de la industria de la moda, marroquineros, fabricantes de calzado y otros grupos interesados podrán expresar sus preocupaciones sobre las consecuencias económicas y sociales de esta propuesta.
¿Por qué es importante que participen? Si no se presenta una respuesta contundente, corremos el riesgo de que esta medida avance sin tener en cuenta la tradición, el empleo rural y el tejido productivo que depende de estos materiales.
Un sector vulnerable ante lobbies bien financiados
Detrás de esta iniciativa se encuentran organizaciones animalistas como FAADA y Anima Naturalis, con un historial de campañas para restringir el uso de animales en productos de consumo. A pesar de su imagen de asociaciones sin ánimo de lucro, estos grupos mueven grandes sumas de dinero y han logrado colocar a sus representantes en cargos clave dentro de las instituciones europeas.
Según el informe de la presidenta de la Asociación Nostra Terra, Úrsula Hernández Zúñiga, estas organizaciones tienen un plan bien orquestado que ya ha afectado a sectores como los circos, los zoológicos y, más recientemente, las pieles. Las subvenciones millonarias que reciben les permiten seguir avanzando en sus objetivos, a menudo sin tener en cuenta las repercusiones sobre la economía rural.
El futuro de la industria artesanal del cuero está en juego
El futuro de la industria del cuero, especialmente en el ámbito artesanal, está en juego. Si quieres que tu voz sea escuchada, no dudes en participar en la consulta pública. Las consecuencias de no hacerlo podrían ser devastadoras para muchas familias y pequeños empresarios que, durante generaciones, han logrado convivir con la ganadería de manera sostenible y ética.
La consulta pública finaliza el 1 de agosto de 2025. ¡Es el momento de actuar! Si no lo haces, podrías estar presenciando el fin de una tradición y una parte de nuestra cultura ¡No dejes que esta decisión pase desapercibida! Participa en la consulta y haz que tu opinión cuente. Síguenos para estar al tanto de otras interesantes noticias de empleo.