Los ciudadanos beneficiarios de pensiones de la Seguridad Social, tanto las contributivas como las no contributivas, están de enhorabuena. Todo apunta a un nuevo subidón de las cuantías de estas prestaciones a partir del 1 de enero de 2025. Por consiguiente, ya falta poco para que los pensionistas puedan disfrutar de este aumento de los importes de estas pagas vitalicias. Una medida que se implementa con el fin de que no pierdan poder adquisitivo, ante el alza de los precios provocado por el alto índice de inflación que sufre la economía.
¿Cómo se calcula el incremento de la cuantía de las pensiones para 2025?
Todos los años, las pensiones se revalorizan teniendo en cuenta el peso que la inflación tiene sobre los precios de los productos de alimentación y de primera necesidad. En consecuencia, para calcular la nueva cuantía de estas prestaciones de la Seguridad Social para 2025, se tiene en consideración la tasa de inflación media que haya habido entre los 12 meses comprendidos entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, ambos inclusive.
Por otra parte, hay que aclarar que la fecha oficial en la que se conocerá el dato resultante de dicho cálculo, la dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística el próximo 13 de diciembre. Una fecha en la que el INE publicará el dato definitivo con el índice de inflación acumulado.
Las previsiones son optimistas con respecto a la subida de las cuantías de las prestaciones de la Seguridad Social
Si hacemos caso de las previsiones más optimistas, todo indica que el IPC (Índice de Precios al Consumo) estará en torno al 3,06 %. Esto hará que las pensiones contributivas suban al menos ese mismo porcentaje, para compensar la subida de los precios y el encarecimiento de la vida.
Por otra parte, hay que recordar que el Gobierno adquirió el compromiso de subir las PNC, esto es, las pensiones no contributivas, de las que pueden beneficiarse los ciudadanos con escasa o nula cotización, por encima de la inflación registrada, por lo que se espera una subida en este caso del 18,24 %, o lo que es lo mismo, 542,86 euros al mes (7.600 euros al año).
Por otra parte, las mismas condiciones de subida repercutirán, de manera positiva, a las nóminas de las personas perceptoras del Ingreso Mínimo Vital. Todo ello, con el fin de que se sitúen en el 75% del umbral de la pobreza, en el caso de tratarse de un hogar en el que viva una sola persona. Asimismo, se espera una subida en torno al 10% en el complemento de la brecha de género.
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