Roquetas de Mar, Almería – El sosegado atardecer con el que comenzaron a relacionarse los roqueteros y roqueteras se vio interrumpido en la tarde de ayer, a causa de un temporal que sobrevino a la costa y dejó a muchos de los vecinos y de las vecinas con la sensación de que todo era anárquico e incierto. Mientras algunos paseaban por el Paseo Marítimo y otros terminaban con sus pequeñas tareas, el cielo se fue oscureciendo o, más bien, oscurecieron rápidamente las nubes, a lo que siguió el silbido del viento que ya acobardaba incluso a los paseantes con sus perros.
José Martínez, nativo de toda la vida, observaba cómo las primeras gotas de lluvia caían pesadamente sobre el puerto. “En un primer momento, parecía eso, una lluvia, lluvia, fuerte, pero en seguida empezó a hacer viento – que aun siendo leve tuvo que forzarnos a cerrar ventanas, puertas, incluso en casa se notaba el frío del viento que entraba por cualquier rendija”, contaba el vecino.
“Cuando eso empieza, nunca sabes cómo puede llegar y exactamente eso fue, llegó. No ha sido, no podía ser, un temporal pequeño”. Ana Fernández, la dueña de un pequeño restaurante en el Paseo Marítimo, conoce el tema de la peligrosa cercanía de la tempestad: “Estábamos atendiendo a nuestros últimos clientes cuando empezó a caer esto. A continuación salimos a recoger las sillas de la terraza de la playa, ya lo sabes, y rematamos la faena de asegurar y recoger todo. Nos quedamos, bueno, eso fue una locura”, contaba la vecina segundo después de intentar rescatar algunos muebles que, evidentemente, terminaron salpicados por la lluvia.
La población está ahora en estado de alerta; los vecinos y las vecinas se ayudan siguiendo las corrientes ya verificando que las calles se vacían de agua y las cosas están bien aseguradas. Protección Civil duplica las rondas, mientras que el ayuntamiento ha dispuesto de algunos puntos para la espera de algunas familias que lo precisan.