En una iniciativa innovadora, a la par que entrañable, en el ámbito de la atención médica, un centro hospitalario de cuidados paliativos ha implementado un proyecto pionero que permite a los pacientes recibir visitas de sus mascotas. Estas están reguladas por protocolos específicos de higiene y seguridad, y se realizan en espacios habilitados para garantizar tanto la tranquilidad del paciente como el bienestar del animal. Este plan ha dado sus primeros pasos debido a estudios que indican beneficios psicológicos y fisiológicos derivados del contacto con animales de compañía.
¿Dónde se ha llevado a cabo este proyecto pionero?
Este proyecto pionero se ha llevado a cabo en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Santa Caterina de Salt, con la colaboración del Col·legi de Veterinaris de Girona. Recibe el nombre de Hospigos y promueve la humanización de la atención sanitaria incorporando el vínculo afectivo con los animales de compañía. Se está enfocando sobre todo en personas que por desgracia están llegando al final de sus días, para que así puedan despedirse de sus mascotas, y por supuesto, que tenga un buen “chute” de felicidad en sus últimas fechas de vida.
El proyecto tiene como objetivo principal mejorar el estado anímico y emocional de los pacientes en cuidados paliativos mediante el contacto con sus mascotas. Está basado en investigaciones que muestran que la interacción con animales de compañía puede reducir la ansiedad, el dolor y los sentimientos de aislamiento. La iniciativa fue impulsada por equipos multidisciplinarios conformados por médicos, enfermeros, psicólogos y terapeutas ocupacionales, en colaboración con especialistas en bienestar animal.
El diseño del programa establece condiciones claras para garantizar la seguridad sanitaria: los animales deben estar vacunados, desparasitados y en buen estado de salud. Además, se limita el tiempo de visita y se seleccionan horarios específicos para evitar interrupciones en la atención médica. En muchos casos, se habilitan áreas especiales dentro de los centros para estas visitas, con el fin de no interferir con otros pacientes o servicios. También se incluye la capacitación del personal sanitario para manejar este tipo de situaciones y evaluar el impacto en cada paciente.
¿Se llevará a cabo en el resto de España?
En principio, si los resultados son positivos, como parece claro que lo son, es probable que este proyecto pionero lo podamos ver en otros centros hospitalarios. El primer paciente que ha podido reencontrarse con su mascota se llama Rafael Ortiz, oriundo de Llagostera (Girona). Lleva 3 meses ingresado con un pronóstico reservado. En declaraciones publicadas por elPeriódico, Rafael dijo, “estoy muy contento de haberme podido reencontrar con ella, la echaba de menos, la he criado yo y es como una hija”. Visiblemente contento, agradeció al personal sanitario que le facilitarán el reencuentro con su mascota.
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