Científicos japoneses han conseguido un avance que cambiará el mundo. Desarrollaron un tipo de plástico que se disuelve en el agua en cuestión de horas. Una celebración para todos los animales de los océanos, y para el resto de la humanidad. Para comprender la magnitud del problema del plástico en nuestros mares, se calcula que los océanos contienen entre 75 y 199 millones de toneladas de este material. Estamos ante un problema global, al que hay que “meter mano”, y este tipo de hallazgos pueden suponer una bomba de oxígeno.
¿Qué composición tiene el plástico que han desarrollado los científicos japoneses?
Este material, denominado supramolecular, mantiene la resistencia de los plásticos convencionales, pero se degrada rápidamente en ambientes salinos sin dejar microplásticos ni residuos tóxicos. Su estructura se basa en monómeros iónicos por enlaces reversibles, lo que permite su descomposición en componentes que pueden ser metabolizados por bacterias marina. Además, el plástico es reciclable y no emite dióxido de carbono durante su degradación.
En pruebas de laboratorio, una muestra del material se disolvió en agua salada en aproximadamente una hora bajo agitación. En tierra, se descompone completamente en diez días, liberando nutrientes beneficiosos para el suelo. Este avance ofrece una solución potencial al problema de la contaminación plástica en los océanos, donde se estima que se vierten entre 23 y 37 millones de toneladas métricas de residuos plásticos cada año.
El plástico supramolecular desarrollado por los científicos japoneses está compuesto por dos monómeros iónicos: hexametafosfato de sodio, un aditivo alimentario común, y un monómero basado en guanidinio. Estos componentes se mezclan en agua, formando una estructura que, tras un proceso de desalado y secado, resulta en un material fuerte y moldeable. La clave de su degradabilidad radica en los enlaces reversibles que mantienen unida su estructura; al entrar en contacto con agua salada, estos enlaces se rompen, permitiendo que el plástico se disuelva en sus monómeros originales.
¿Qué aplicaciones se le pueden dar a este material?
El nuevo plástico desarrollado por los científicos japoneses, presenta propiedades similares a las de los plásticos convencionales, como resistencia térmica y mecánica, lo que lo hace apto para diversas aplicaciones, incluyendo envases, utensilios desechables y componentes médicos. Su capacidad para degradarse completamente en ambientes marinos y terrestres sin dejar residuos nocivos lo convierte en una alternativa para reducir la acumulación de plásticos en los océanos.
Su proceso de producción permite la recuperación de hasta el 91% del hexametafosfato de sodio y el 82% del monómero de guanidinio tras su disolución, facilitando su reciclaje y promoviendo una economía circular. Puedes conocer otras noticias científicas de interés en nuestra sección de actualidad.