Se estima que en los océanos, actualmente, hay entre 75 y 199 millones de toneladas de residuos plásticos. Estamos ante un problema global, que no solo afecta a la vida marina. Sin ir más lejos, el pasado año, más de 100.000 animales marinos fueron heridos, asfixiados o ahogados por desechos plásticos presentes en el mar. Este tipo de material, se “desarma” por diferentes factores medioambientales, convirtiéndose en pequeños trozos de plástico que los animales confunden con comida. Esto último nos conduce inevitablemente a que haya consecuencias para el ser humano, al ingerir peces, moluscos o crustáceos, los cuales tienen presencia de microplásticos.
¿Qué es y como se forma la isla de plásticos?
La llamada Gran Mancha de Basura del Pacífico, también conocida como isla de plástico, es una concentración masiva de residuos flotantes situada entre Hawái y California, en el océano Pacífico Norte. Su tamaño ha alcanzado tales proporciones que algunos científicos y organizaciones medioambientales la describen como un “séptimo continente” debido a su extensión. La superficie que ocupa supera actualmente los 1,6 millones de kilómetros cuadrados, una área mayor que países como Irán o Mongolia.
La Gran Mancha de Basura del Pacífico acumula más de 80.000 toneladas de plástico que flotan en el Pacífico Norte. La mayor parte de estos residuos provienen de actividades humanas: redes de pesca desechadas, envases, microplásticos procedentes del desgaste de productos y materiales industriales, y otros fragmentos que han llegado al mar desde ríos, puertos o embarcaciones. Los materiales no se biodegradan fácilmente y pueden permanecer durante décadas o siglos en el agua.

Su formación se debe a un fenómeno oceanográfico llamado giro del Pacífico Norte, un sistema de corrientes que atrapan los residuos flotantes y los concentran en un área concreta. Este giro funciona como un vórtice que arrastra objetos desde distintas zonas del océano, acumulándolos en el centro del giro. Aunque no se trata de una isla sólida en el sentido estricto, la densidad de partículas y fragmentos flotantes es lo suficientemente alta como para considerarla una masa reconocible desde el espacio mediante sensores específicos.
Los residuos no solo están en la superficie. Estudios recientes han confirmado que hay contaminación plástica también en las capas más profundas del océano, donde el sol no llega y los procesos de degradación son aún más lentos. Esto complica las labores de limpieza y control, ya que la mayor parte del plástico no es visible desde barcos o satélites convencionales.
¿Qué consecuencias ambientales puede tener?
El impacto de la isla de plástico es especialmente grave para la fauna marina. Como hemos dicho al inicio del artículo, muchas especies confunden los plásticos con alimento, lo que puede causarles obstrucción intestinal, desnutrición y muerte. Además, los plásticos liberan sustancias químicas tóxicas al degradarse, afectando a toda la cadena trófica, incluidos los seres humanos que consumen pescado contaminado.
Organizaciones como The Ocean Cleanup han desarrollado tecnologías para recolectar estos residuos mediante sistemas flotantes que actúan como barreras. Si quieres conocer otras noticias de interés para el ser humano, no dudes en entrar en nuestra sección de actualidad.