La especialista María Muñoz explica que el calor libera más licopeno y que su absorción mejora con aceite de oliva. Alternar crudo y cocinado, ayuda a equilibrar vitaminas y antioxidantes.
El tomate, pilar de la dieta mediterránea, no solo aporta sabor: bien preparado, puede multiplicar sus beneficios. La especialista en aparato digestivo, María Muñoz, lo resume así en un vídeo en su perfil de Instagram: “¿Sabías que el tomate cocinado contiene más licopeno que el tomate crudo? Aquí te explico los grandes beneficios que te ofrece”. ¿La idea clave? Cocinarlo aumenta la disponibilidad de su antioxidante estrella.
Por qué el tomate cocinado aporta más licopeno y antioxidantes protectores
Muñoz detalla que el licopeno, pigmento rojo con potencial protector frente al daño oxidativo, se aprovecha mejor cuando hay calor. El motivo es sencillo: la cocción rompe las paredes celulares del fruto y libera más licopeno, facilitando su absorción. De ahí que el tomate cocido pueda relacionarse con un mayor rendimiento antioxidante.
¿Te habías planteado esa diferencia entre plato frío y caliente? Para verlo de un vistazo, así se comparan las opciones de consumo más habituales:
Formato de consumo | Nutriente o beneficio destacado | Recomendación clave derivada |
---|---|---|
Tomate crudo | Conserva vitamina C sensible al calor | Optar por crudo cuando interese esa vitamina |
Tomate cocinado con aceite de oliva | Aumenta la disponibilidad de licopeno antioxidante | Añadir aceite para mejorar la absorción |
Alternar fresco y cocinado | Equilibrio entre vitaminas y antioxidantes | Combinar ambos formatos a lo largo de la semana |
En consecuencia, no se trata de elegir un bando, sino de jugar con las preparaciones según lo que se busque en cada comida.
Cómo combinar el tomate con aceite de oliva para mejorar la absorción
Además del calor, hay otro aliado: la grasa saludable. Muñoz recomienda acompañarlo con aceite de oliva porque el licopeno es liposoluble. En sus palabras, “cocinarlo con un poco de aceite potencia aún más esta absorción, porque el licopeno es liposoluble, es decir, que se absorbe mejor con grasas”. Un chorrito basta; no tiene pérdida.
¿Y si preferimos platos sencillos del día a día? Una preparación caliente con aceite de oliva cumple con el doble objetivo: facilita la liberación del licopeno y, al mismo tiempo, mejora su aprovechamiento por el organismo.
Qué ventajas mantiene el tomate crudo y cuándo conviene alternar formatos
No obstante, el crudo también tiene su papel. Al no someterse a calor, mantiene intacta la vitamina C, además de aportar fibra, potasio y ácido fólico. Por tanto, alternar fresco y cocinado permite un equilibrio interesante entre micronutrientes y antioxidantes. En resumen: hoy ensalada, mañana guiso; así de fácil. ¿Quién no tiene tomate en casa para probarlo?
Una guía práctica y rápida para aprovechar mejor el tomate cada día
Antes de terminar, cuatro ideas para aplicar desde en la cocina:
- Cocinar el tomate aumenta la disponibilidad del licopeno antioxidante.
- El licopeno se absorbe mejor con aceite de oliva por ser liposoluble.
- El tomate crudo conserva la vitamina C, sensible al calor de la cocción.
- Alternar crudo y cocinado, equilibra vitaminas y antioxidantes en la dieta.
Como conclusión, Muñoz lo resume con una frase que invita a la calma: “El tomate es saludable, lo tomes como lo tomes. El crudo conserva más vitamina C, aunque si lo cocinas no solo cambia el sabor, también mejora la absorción de sus antioxidantes más poderosos”. Esto quiere decir que la clave no es complicarse, sino variar: incorporar recetas calientes con aceite de oliva y, a la vez, seguir disfrutando del tomate fresco. Así se consigue un plus nutricional sin renunciar al gusto.
¿Quieres conocer más noticias de relacionadas con salud y estilo de vida? Si es así, no pierdas de vista los contenidos que te ofrecemos a diario en nuestro periódico digital.