La casa prefabricada española de 105 metros que cuesta menos de 15.000 euros

‘Villa Gatón’ irrumpe en el mercado como la opción más barata para quienes buscan vivienda sostenible, rápida de instalar y sin sorpresas en la factura final.

En plena escalada de precios de la vivienda, la firma burgalesa Casa Económica sorprende con ‘Villa Gatón’: una casa prefabricada de 105 metros cuadrados, terraza incluida, que se vende por solo 14.880 euros. La propuesta promete convertirse en la alternativa definitiva para quienes necesitan techo propio sin hipotecar su futuro.

Qué hace que la casa prefabricada Villa Gatón sea tan asequible y sostenible

La clave del precio está en la sencillez del sistema constructivo. Las paredes, de madera machihembrada de seis centímetros, llegan cortadas a medida y listas para ensamblar en un kit de automontaje. ¿Resultado? Se reducen mano de obra, residuos y tiempos de obra: en pocos días la estructura puede estar levantada. Además, la madera procede de bosques gestionados de forma responsable, por lo que la huella ecológica es notablemente inferior a la de la obra tradicional.

Reparto de espacios interiores y terraza para aprovechar al máximo sus 105 metros cuadrados

El diseño interior se distribuye en dos dormitorios de buen tamaño, un salón comedor diáfano, cocina independiente y un baño completo. La terraza, que se prolonga como porche abierto, permite disfrutar del exterior sin salir de casa. Gracias a la planta rectangular y a la ausencia de muros innecesarios, cada metro está pensado para ganar amplitud y luz natural. ¿Te preocupa el aislamiento? Los seis centímetros de madera, junto a las carpinterías, garantizan un grado de eficiencia energética que cumple con la normativa vigente.

Pasos, requisitos y costes adicionales para comprar y montar este modelo de vivienda prefabricada

Comprar ‘Villa Gatón’ es tan sencillo como contactar con el distribuidor y encargar el kit. No obstante, antes de dar la señal conviene tener claros los trámites municipales y los costes complementarios. A continuación resumimos el proceso:

  • Solicitar información técnica y presupuesto detallado al vendedor.
  • Verificar normativa urbanística local para casas prefabricadas de madera.
  • Obtener licencia de obra menor o declaración responsable en el ayuntamiento.
  • Preparar cimentación sencilla (losa o pilotes) y acometidas de luz y agua.
  • Contratar montaje profesional si no se desea autoconstrucción.
  • Gestionar alta en suministros y certificado de eficiencia energética.

Como ves, el recorrido administrativo no difiere mucho del de una vivienda tradicional, pero se agiliza porque el módulo llega prácticamente terminado.

En cuanto al precio, los 14.880 euros cubren la vivienda básica. Si se desea una cubierta ya impermeabilizada, hay dos opciones:

Opción de cubiertaMaterialPrecio añadido
Teja cerámicaCerámica5.000 €
Chapa metálicaChapa3.000 €

También hay que presupuestar el transporte (varía según la provincia) y la mano de obra si se delega el montaje, que rondan los 3.000 a 5.000 euros. Incluso sumando estos importes, la inversión se sitúa bastante por debajo de la de un piso convencional de similar superficie.

Experiencia y garantías que ofrece Casa Económica tras 25 años de trayectoria en mobil homes

Detrás de ‘Villa Gatón’ se encuentra Casa Económica, una compañía burgalesa con un cuarto de siglo de especialización en viviendas industrializadas. Mantiene una exposición permanente donde el cliente puede tocar calidades, resolver dudas y contratar servicios llave en mano. De hecho, muchos compradores destacan la transparencia en plazos y la rapidez en la atención posventa, un punto decisivo cuando se trata de orientar a usuarios que se inician en el universo de las casas modulares.

¿Conviene invertir ahora en esta vivienda prefabricada ante la actual inflación inmobiliaria y el encarecimiento de los créditos hipotecarios?

Con los tipos de interés en máximos y la escalada del alquiler, optar por un módulo de madera de bajo coste resulta, para muchos, la forma más rápida de independizarse. Por consiguiente, quienes dispongan de un pequeño terreno urbano o rústico con uso residencial pueden amortizar la inversión en pocos años, ya sea como residencia principal o como alojamiento turístico. Eso sí, conviene comparar ofertas similares y calcular los extras antes de firmar. ¿Te animarías a hacer números?

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