Interior impulsa radares sobre ruedas para vigilar tramos temporales y zonas de obras. Cubren varios carriles, alcanzan hasta 75 metros y transmiten datos en tiempo real.
El ministro Fernando Grande-Marlaska, ha dado a conocer una nueva herramienta de control de velocidad que España implantará de forma progresiva. Los llamados radares de carro se montan sobre una plataforma con ruedas y se moverán por tramos donde un control fijo es complicado, especialmente en zonas de obras de entre dos y tres kilómetros. El anuncio llega tras el balance de siniestralidad del verano, con 228 fallecidos en carretera. Con esta medida, la DGT busca reforzar la seguridad vial con dispositivos más flexibles.
Cómo funcionarán los nuevos radares de carro con pulsos láser sobre ruedas
Estos equipos miden la velocidad con pulsos de luz láser y pueden cubrir varios carriles y direcciones a la vez. Además, integran conectividad wifi para enviar datos en tiempo real y cuentan con autonomía energética de varios días, sin vigilancia continua de agentes ni conexión eléctrica permanente. ¿La idea? Que se desplacen rápido según la necesidad de control. Para situarnos, estas son las claves técnicas y de uso anunciadas:
Característica | Detalle |
---|---|
Tecnología | Pulsos láser para medir la velocidad. |
Alcance | Hasta 75 metros. |
Cobertura | Varios carriles y direcciones simultáneas. |
Conectividad | Wifi con transmisión de datos en tiempo real. |
Autonomía | Varios días sin conexión a la red eléctrica. |
Instalación | Plataforma con ruedas, fácil transporte y colocación. |
Ámbitos iniciales | Zonas de obras y tramos señalizados de 2–3 km. |
Función | Apoyo en tramos temporales con posible expansión a otras vías. |
En resumen, hablamos de equipos versátiles y discretos que pueden moverse con rapidez para adaptarse a los puntos conflictivos. Ojo, porque su fortaleza está en aparecer justo donde más falta hace controlar.
Dónde se instalarán primero estos radares de carro y por qué motivo
Según Interior, el primer despliegue priorizará tramos concretos con velocidad crítica, como áreas de obras temporalmente señalizadas. La lógica es operativa: allí un cinemómetro fijo es difícil de colocar y vigilar, pero el radar de carro puede entrar y salir con agilidad. ¿Qué cambia para los conductores? Más control en lugares donde el riesgo aumenta de forma puntual. Antes de seguir, conviene tener claras sus implicaciones más prácticas para el día a día:
- Controles móviles en tramos temporales y reubicación rápida según riesgo.
- Mayor vigilancia en obras y puntos conflictivos con señalización específica.
- Capacidad de cubrir varios carriles y detectar excesos simultáneos.
- Refuerzo de la seguridad sin necesidad de instalaciones permanentes.
En Cataluña ya se han probado dispositivos de este tipo. El Servei Català de Trànsit dispone de varios, tras una inversión de dos millones de euros, con resultados que apuntan a una herramienta eficaz para las autopistas.
Qué diferencia a los radares de carro de los fijos convencionales españoles
La novedad principal es su movilidad real: van sobre una plataforma con ruedas, se desplazan sin grandes montajes y operan con autonomía durante días. No requieren presencia constante de agentes ni acometidas eléctricas, lo que reduce tiempos de despliegue y facilita cubrir tramos que cambian con frecuencia. Por tanto, se convierten en un apoyo “de campaña” para momentos y lugares de riesgo, con posibilidad de ampliarse a otras vías cuando el sistema madure.
Lecciones del modelo francés de vehículos radar y adaptación española
El referente viene de Francia, que desde 2013 utiliza vehículos radar capaces de sancionar en movimiento o estacionados, gracias al flash infrarrojo que captura matrículas sin llamar la atención. España no apostará por coches camuflados, sino por plataformas móviles, pero comparte la filosofía: flexibilidad y adaptación a escenarios cambiantes. ¿Funcionará aquí igual de bien? El objetivo es claro: reducir accidentes en puntos críticos y mejorar la concienciación de los conductores.
La llegada de estos radares abre un nuevo capítulo en la estrategia de seguridad vial. Primero, actuarán donde más falta hace; después, si los resultados acompañan, podrían extenderse a más tramos. Conducir con cabeza será, más que nunca, la mejor receta para no llevarse un susto. Conoce más noticias de la DGT en nuestro periódico digital.