Familias, jubilados y curiosos llenan cada fin de semana los cursos de la Escuela Española de Supervivencia, donde aprenden a potabilizar agua, encender fuego sin mechero y defenderse con sentido común.
La preocupación por posibles apagones o crisis energéticas ha disparado la matrícula en las escuelas de supervivencia. Lejos de la imagen hollywoodiense del “superviviente armado”, la formación que ofrece la Escuela Española de Supervivencia (EES) combina técnicas básicas, y tremendamente prácticas, con un enfoque inclusivo, apto para cualquiera, desde un niño de cinco años hasta un abuelo septuagenario.
Por qué un simple apagón ha disparado la demanda de cursos de supervivencia urbanos y rurales
El recuerdo reciente de cortes eléctricos y la guerra de Ucrania ha hecho que muchos ciudadanos se pregunten: ¿y si mañana falla el suministro de agua o luz? Ignacio Ortega, director de la EES, lo resume así: dependemos tanto del sistema que “un apagón te deja sin luz, sin agua y puede acabar en violencia”. De ahí que la escuela no pueda atender toda la demanda: cada fin de semana cuelga el cartel de completo.
Cómo las escuelas de supervivencia enseñan a potabilizar agua, mantener el fuego y defenderse sin necesidad de experiencia previa
Las jornadas, que duran varios días en plena naturaleza, cubren desde la gestión del agua hasta primeros auxilios. Quien asiste aprende a improvisar filtros, encender una hoguera con yesca natural, obtener alimento con métodos sencillos y practicar defensa personal no violenta. Ortega insiste en que no se trata de “jugar a los soldados”, sino de adquirir destrezas elementales para cualquier emergencia.
Antes de adentrarte en el monte quizá te preguntes qué se enseña exactamente. Ojo a esta lista de habilidades esenciales que los instructores trabajan paso a paso:
- Potabilización de agua con sistemas de filtrado rudimentarios y desinfección solar.
- Encendido y mantenimiento del fuego en condiciones adversas.
- Obtención de alimento y uso de la ceniza para conservarlo.
- Construcción rápida de refugios y control de la temperatura corporal.
- Técnicas básicas de defensa personal y primeros auxilios.
Superadas estas prácticas, los alumnos comprueban que la supervivencia está al alcance de cualquiera que aplique disciplina y creatividad.
Requisitos, precios y lo que necesitas llevar para apuntarte a la Escuela Española de Supervivencia sin sorpresas de última hora
No hace falta ser atleta: basta con ganas de aprender y buena actitud. El público va desde familias completas hasta profesionales jubilados como Ramón Gómez, excooperante internacional que con más de 70 años sigue ampliando conocimientos “para no quedarse atrás”. El equipo aconseja llevar ropa cómoda, navaja multiusos, linterna frontal y botiquín básico; el resto de materiales los facilita la organización. Las tarifas son accesibles, alrededor de 180 € por un fin de semana intensivo, y existen descuentos para menores y grupos. A continuación tienes un vistazo rápido al programa estándar de la EES:
Taller / Tema | Duración aproximada | Competencia principal que se adquiere |
---|---|---|
Psicología y protocolos básicos | 1 h | Gestión del miedo y toma de decisiones |
Gestión y potabilización de agua | 2 h | Obtención y desinfección segura |
Fuego y uso de ceniza | 2 h | Calor, cocina y conservación |
Obtención de alimentos | 2 h | Recolección y técnicas de pesca |
Primeros auxilios prácticos | 1,5 h | Atención inmediata a heridas |
Defensa personal adaptativa | 1,5 h | Evitar agresiones sin armas |
Construcción de refugios | 2 h | Protección frente a clima adverso |
Supervivencia urbana | 2 h | Actuar en entornos con infraestructuras |
Como ves, en solo dos días se cubren ocho bloques que combinan teoría y práctica continua.
Beneficios psicológicos y comunitarios que destacan alumnos como Ramón Gómez y Juan Manzuco después de completar los talleres de supervivencia
Quienes regresan a casa lo hacen con más que habilidades técnicas. Gómez, con décadas en cooperación internacional, valora haber aprendido a hacer carbón vegetal y nuevas formas de encender fuego: “La formación es continua”, afirma. El profesor granadino Juan Manzuco subraya el pensamiento crítico: “No se trata solo de hacer fuego; te enseñan a pensar y usar la imaginación”. Ambos coinciden en el efecto socializador: camaradería, apoyo mutuo y la convicción de que nadie sobrevive solo.
¿Es paranoia prepararse? Ellos contestan que es sentido común. Tener un kit de emergencia, algo de gas y un plan familiar no es alarmismo: es prevención responsable. Y con la popularidad al alza, Ortega recuerda que la supervivencia debería integrarse en la educación formal como competencia básica, al nivel de los primeros auxilios. Conoce más noticias de actualidad en nuestro periódico digital de información de Andalucía.