Una gasolinera low cost ubicada en Valencia ha sido denunciada por numerosos conductores tras cerciorarse de que tras recargar lo que realmente recibía su coche era una mezcla de carburante y agua al repostar. Este caso se ha dado concretamente en la localidad de Alaquàs, donde varios coches se averiaron a escasos metros de la gasolinera. Tras ello se realizó un análisis de los depósitos que revelaba que en lugar de combustible, lo que habían recibido era una mezcla compuesta en su mayoría por agua.
El precio que pagaban los clientes de esta gasolinera era de 20 euros por repostar, pero solo alrededor de siete euros pertenecían al carburante. Pues lo restante era agua. Sin embargo, los primeros afectados no pudieron cerciorarse del problema al momento. Esto es porque la proporción del agua en la mezcla fue aumentando con el paso de los días. Fue cuando los vehículos comenzaron a dar fallos de forma repetida y en las inmediaciones de la estación que comenzaron a sospechar.
Qué ocasionó esta gasolinera low cost
Sin embargo, aunque parezca increíble, este caso no es aislado. Ya que, es habitual que en los tanques de las estaciones de servicio se genere cierta cantidad de agua, ya sea por condensación o por pequeñas filtraciones. No obstante, estas cantidades se dan de forma tan mínima que no afecta al funcionamiento del coche. Los técnicos han descartado que este sea el caso de esta gasolinera de Alaquàs. Esto es debido al elevado volumen de agua detectado.
Por su parte, la gasolinera en cuestión, ha declarado que desconoce cómo ha llegado el agua a sus tanques. A su vez, ha expresado su disposición a asumir los costes de reparación, que pueden alcanzar hasta 600 euros por vehículo. Las sospechas apuntan a posibles filtraciones provocadas por una rotura en los depósitos o en las conducciones. Se trataría de un fallo estructural, lo que habría permitido la entrada masiva de agua en los tanques de carburante.
Por otro lado, este tipo de incidentes también tiene consecuencias para seguridad vial, ya que si un coche se detiene de forma repentina podría provocar un accidente. Ante cualquier sospecha, los talleres recomiendan acudir de inmediato a revisar el estado del carburante. Allí pueden comprobar si contiene impurezas o si, directamente, se ha repostado un producto incorrecto.
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