Con 20 kilómetros de arenal protegido, este paraje onubense Patrimonio de la Humanidad ofrece acantilados, dunas y torres históricas sin agobios de turistas.
La Costa de la Luz esconde un tesoro gigantesco: la Playa de Castilla. Con sus 20 kilómetros de arena continua, solo por detrás de la playa de Doñana, que alcanza los 28, este tramo del litoral de Huelva presume de estar íntegramente dentro del Parque Nacional de Doñana, Patrimonio de la Humanidad desde 1994. ¿Buscas un destino sin masificaciones pero con paisaje de postal? Entonces apunta este rincón de Almonte.
Nada más pisar la orilla, se entiende por qué la Junta de Andalucía la define como “uno de los parajes más abiertos y singulares del territorio andaluz”. El arenal arranca en la Torre de la Higuera, límite con Matalascañas, y finaliza en la Torre del Río del Oro, lindando con Mazagón. Entre ambas torres se suceden otros nombres propios: Mata del Difunto y el Asperillo o Cuesta Maneli, que dividen el litoral, aunque sin romper su continuidad. Frente al Atlántico, el baño se mezcla con caminatas infinitas, observación de aves y la sensación de playa virgen que cuesta encontrar en pleno verano.
Cómo llegar a este tramo del Parque Nacional de Doñana sin perderte
El acceso no es tan inmediato como el de las playas urbanas, pero ahí reside parte de su encanto. Al sur, la famosa Torre de la Higuera, popularmente conocida como “el tapón” tras el terremoto de Lisboa, marca la entrada más cómoda desde Matalascañas. Al norte, la Torre del Río del Oro abre paso desde Mazagón. ¿Prefieres algo intermedio? Unas pasarelas de madera cruzan el sistema dunar en Cuesta Maneli y te dejan directamente a pie de arena. Eso sí, lleva agua y protección solar: los servicios están lejos y el sol onubense aprieta. Antes de planificar tu escapada, echa un vistazo a los datos básicos de este arenal:
Aspecto | Detalle |
---|---|
Longitud total | 20 km continuos (segunda más extensa de España) |
Municipio | Almonte (Huelva), Costa de la Luz |
Espacio protegido | Parque Nacional de Doñana, Patrimonio de la Humanidad (1994) |
Accesos principales | Torre de la Higuera (sur) y Torre del Río del Oro (norte) |
Elementos singulares | Dunares, marismas, acantilado del Asperillo, torres del siglo XVI |
Este pequeño resumen evita sorpresas de última hora y te ayuda a preparar la mochila con cabeza.
Torres defensivas y acantilados del Asperillo en la Playa de Castilla onubense
La historia también deja huella entre tanta naturaleza. Tras la conquista cristiana, el Reino de Castilla encontró aquí su salida al Atlántico y levantó un sistema defensivo frente a los piratas. Las torres de la Higuera y del Río del Oro, erigidas en el siglo XVI por orden de Felipe II y el comisionado Luis Bravo de Laguna, siguen vigilando el horizonte. Entre ambas, el Monumento Natural del Acantilado del Asperillo sorprende con capas de arenas eólicas y aluviales que el tiempo ha modelado en paredes ocres. Para que no se te escape ningún imprescindible, apunta estos reclamos en tu agenda:
- Kilómetros ininterrumpidos de arena fina frente al Atlántico.
- Dunas móviles y vegetación baja que perfuman el paseo.
- Torres vigía del siglo XVI que recuerdan la lucha contra los piratas.
- Acantilado del Asperillo, Monumento Natural dentro del parque.
¿Te animas a recorrerlos todos? Deja espacio en la memoria del móvil: cada curva del sendero regala una foto diferente.
Entre protección y regeneración
La Playa de Castilla fue regenerada en 1989 y 2004 para mantener su anchura y preservar el sistema dunar. Hoy comparte hábitat con cinco especies de aves en peligro de extinción, lagunas y marismas que hacen las delicias de los aficionados a los prismáticos. Por tanto, respeta los accesos señalizados y evita salir de las pasarelas: cuidar el entorno es la mejor forma de que siga abierto al disfrute colectivo.
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