Consumo recuerda que fijarse en la etiqueta de eficiencia y en el SEER evita sorpresas en la factura de luz, sobre todo cuando el mercurio aprieta en Andalucía.
¿Te planteas instalar un aire acondicionado antes de que llegue la próxima ola de calor? La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía insiste en que basta un vistazo rápido al etiquetado energético para rebajar de golpe el coste eléctrico y, de paso, el sudor. El truco está en escoger un modelo con la letra adecuada, de la A verde a la G roja, y en no perder de vista un número con siglas anglosajonas: el famoso SEER (Seasonal Energy Efficiency Ratio). A mayor puntuación, menor gasto. Fácil, ¿verdad? Pues todavía hay más matices que marcan la diferencia cuando toca pagar la factura.
¿Por qué la etiqueta energética del aire acondicionado es tu mejor amiga en la factura?
Antes de abrir la cartera conviene saber qué dicen las letras de colorines. La clasificación va de la A (verde, máxima eficiencia) hasta la G (rojo, la menos recomendable si no quieres temblar al ver el recibo). Cada salto de letra puede implicar hasta un 30 % más de electricidad al año. Además, el etiquetado muestra el consumo anual estimado, el nivel de ruido y la marca del fabricante, datos que evitan compras a ciegas.
A continuación tienes una lista rápida para no perderte cuando estés delante del lineal:
- Comprueba la clase de eficiencia (A a G).
- Localiza el valor SEER junto al icono del ventilador azul.
- Revisa consumo anual y decibelios si vas a dormir con el equipo encendido.
Si sigues esos tres pasos ahorrarás tiempo, dinero y mal humor. Porque, seamos sinceros, nadie quiere pelearse con la factura justo cuando el verano invita a la playa.
Pasos prácticos para interpretar el SEER y no pagar de más en agosto
El SEER mide el rendimiento estacional del aparato. Traducido: indica cuántos kilovatios hora consume para producir una cantidad concreta de frío. Un ejemplo sencillo: un equipo con SEER 8 gasta casi la mitad que otro con SEER 4 para el mismo resultado. De ahí que Consumo repita el mantra: “cuanto más alto, mejor”.
No te asustes con las matemáticas; basta compararlo con aparatos de precio similar. ¿La sorpresa? A veces, por 50 € más obtienes dos puntos extra en SEER y recuperas la diferencia en un verano. Para tener la información clara, echa un ojo a esta tabla:
Elemento | Qué mirar |
---|---|
Clase de eficiencia | Letra y color (A verde – G roja) |
SEER | Número junto al ventilador azul: cuanto mayor, mejor |
Consumo anual | Kilovatios hora previstos al año |
Ruido | Decibelios; clave si va en el dormitorio |
Con esos cuatro datos a mano evitarás sustos. Además, recuerda cerrar puertas y ventanas cuando el aparato esté encendido; de lo contrario, el aire fresco se escapa como si hubiera encontrado las rebajas.
Consejos adicionales de Consumo para colocar y usar el equipo sin derrochar electricidad
La ubicación importa. No coloques la unidad interior bajo un chorro de sol directo ni cerca del horno o la vitrocerámica: la máquina trabajará de más y la factura subirá. También es vital ajustar la temperatura; los técnicos aconsejan 26 °C como punto de equilibrio entre confort y consumo.
Por último, realiza un mantenimiento anual y limpia los filtros cada quince días. Siguiendo estas pautas, y resistiendo la tentación de activar el “modo ártico”, podrás pasar el verano sin sobresaltos y sin que tu cuenta corriente se quede tiritando en pleno agosto.