La realidad puede superar a la ficción. No cabe dudas. Un ejemplo muy ilustrativo es el de Joaquín García, conocido ahora como “el funcionario fantasma”. García era un ingeniero español jubilado. Durante seis años, cobró su salario sin cumplir su labor para el Ayuntamiento de Cádiz y fue descubierto, a raíz de que había sido nominado un premio. La sentencia se hizo pública en 2016, causando gran repercusión. ¿Qué dictó? En este artículo te contamos todos los detalles:
Joaquín, el funcionario multado por “absentismo laboral”
Fue en el 2010, cuando Joaquín García iba a cumplir veinte años de servicio, por lo que el ayuntamiento gaditano recordó su nombre, ya que estaba nominado para recibir una placa por sus 20 años de “trabajo”… Y fue entonces cuando se descubrió todo.
Cuando su caso salió a la luz, García se declaró inocente, pero no pudo demostrar que durante el periodo 2004-2010 hubiese desempeñado sus funciones laborales. Ante esto, el juzgado de Cádiz le impuso una multa de 27.000 euros por absentismo laboral. Esta sanción, que corresponde a un año de su salario neto, es el máximo importe legalmente reclamable.
La defensa de “el funcionario fantasma”
La defensa de García argumentó que se trataba de “acoso laboral”, y que el ayuntamiento le había asignado un cargo «vacío de contenido» y que, pese a ello, él siguió acudiendo a su puesto de trabajo. No obstante, el gerente (ya fallecido), quien tenía su despacho frente al de García, aseguraba que llevaba años sin verlo. Durante el juicio se estimó que la compañía de agua pensó que García estaba bajo supervisión de las autoridades locales y viceversa.
Los allegados al «funcionario fantasma» aseguraron al diario ‘El Mundo’ que García no había reportado su situación laboral porque «tenía una familia que mantener» y temía que a su edad no pudiese conseguir otro empleo.
La carrera del funcionario: de ser jefe a leer a Espinoza
Joaquín García comenzó su trayectoria profesional en los años 90, llegando a ser nombrado director de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz. Después lo destinaron a la oficina de la empresa de aguas de su ciudad, el cargo en el que fue juzgado por absentismo laboral.
Durante el proceso judicial, se dijo que el “funcionario fantasma” acudía a la oficina, aunque no durante toda la jornada laboral correspondiente. En ese tiempo, García demostró que no se encontraba en un buen estado anímico, ya que estuvo visitando a su psiquiatra y que, además, se dedicó a la lectura de filosofía. De hecho, sus conocidos señalaron que en esos 6 años, García se convirtió en lector del pensador Baruch Spinoza.
Tuvo que ocultarse tras la viralización de su caso
Después de la sentencia, García le envió una carta al alcalde de Cádiz explicándole su versión y pidiendo una revisión de su caso. También, sus abogados sostuvieron, que el funcionario tuvo que ocultarse cuando el caso se hizo público, conociéndose en todos los medios de comunicación y viralizándose en España.
El absentismo laboral le salió caro a este “funcionario fantasma”, con una multa de más y nada menos que 27.000 euros, correspondiente a un año de su salario. Para poder seguir leyendo noticias de sentencias laborales, puedes consultar este periódico digital.