Conoce en qué consiste este pequeño detalle que puede tumbar la inspección técnica de tu vehículo.
Un técnico desvela que llevar neumáticos con códigos de velocidad distintos en el mismo eje supone un defecto grave. Miles de conductores lo pasan por alto y acaban repitiendo la inspección. El aviso llega de Pedro, trabajador de una estación de Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En uno de sus vídeos virales muestra dos ruedas aparentemente idénticas, ambas 205/55 R16, pero con un matiz que lo cambia todo: una marca “91 V” y la otra “91 W”. ¿La consecuencia? Rechazo inmediato y vuelta a casa con el informe desfavorable.
Por qué los códigos de velocidad e índice de carga deben ser idénticos en cada eje del vehículo
Cada neumático incorpora una serie de números y letras que certifican sus características. El número (91, 88, 95…) indica el índice de carga, es decir, el peso máximo que puede soportar. La letra (T, H, V, W…) muestra la velocidad máxima homologada. La normativa española —y europea— exige que las ruedas montadas en un mismo eje coincidan en ambas referencias. Si no lo hacen, constituye un defecto grave (DG) y la ITV se cierra en rojo.
En el ejemplo de Pedro, los dos neumáticos soportan los mismos 615 kg (91), pero difieren en la velocidad tope:
Letra | Velocidad máxima |
---|---|
V | 240 km/h |
W | 270 km/h |
Una diferencia de 30 km/h basta para suspender la inspección. A efectos prácticos, el vehículo podría circular sin riesgo, pero la ley es tajante: mezclar códigos implica comportamiento desigual y, por tanto, inseguro.
Cómo comprobar en casa la medida y el código correcto antes de acudir a la inspección
Revisar las ruedas no requiere equipo sofisticado, solo cinco minutos de atención. ¿No sabes por dónde empezar? Toma nota:
- Busca la etiqueta en el flanco: está grabada en relieve; anota medida, índice de carga y letra de velocidad.
- Comprueba la presión: utiliza un manómetro y ajústala a lo que marca el fabricante en la puerta del conductor.
- Mide la profundidad del dibujo: con una moneda de un euro o calibre; el mínimo legal es 1,6 mm.
- Verifica desgaste uniforme: si hay “dientes de sierra” o un lado más liso, toca alinear el eje.
- Asegúrate de que los códigos coinciden: izquierda y derecha deben ser idénticos; si no, cambia la rueda antes de la cita.
¿Te saltas alguno de estos pasos? Entonces no te sorprendas si el inspector te entrega el temido “desfavorable”.
Además, al cambiar neumáticos pregunta siempre al taller por referencias equivalentes autorizadas en la ficha técnica. Evitarás sustos de última hora.
Qué sanciones y consecuencias implica presentarse a la ITV con neumáticos desiguales en un mismo eje
Suspender por defecto grave obliga a pasar una segunda inspección tras subsanar el problema. Tienes un plazo máximo de dos meses; si lo agotas, tendrás que realizar la ITV completa y abonar de nuevo la tarifa. Mientras tanto, el vehículo puede circular solo para ir al taller o regresar a la estación, llevando el informe que acredita el fallo.
Circular con neumáticos no homologados fuera de ese trayecto conlleva multa de 200 € (sin pérdida de puntos) y puede inmovilizarse el vehículo. Por si fuera poco, en caso de siniestro, la aseguradora podría rechazar la cobertura por negligencia del propietario. En pocas palabras: el ahorro barato de montar la rueda “que estaba de oferta” puede salir carísimo.
Otros puntos del automóvil que la ITV revisa y que no debes pasar por alto
Aunque los neumáticos son protagonistas, el técnico comprobará prácticamente todo el coche. Carrocería, chasis, cristales, alumbrado, frenos, dirección, ejes, suspensión, emisiones… la lista es larga. Mantener las revisiones periódicas y reparar pequeñas averías a tiempo reduce el riesgo de encontrarte con varios defectos graves el mismo día. ¿Sabías que más del 20 % de los rechazos se deben a problemas de iluminación? No descuides esa bombilla fundida.
Revisar códigos, presión y dibujo de las ruedas es la mejor “vacuna” contra un suspenso inesperado. Un vistazo rápido antes de pedir cita puede ahorrarte tiempo, dinero y más de un disgusto. ¡Que no te pase!