Confirmado el serotipo 3 en una explotación ovina de Cártama (Málaga), reactivando las alertas veterinarias en toda Andalucía.
Si crías ovejas (o simplemente conduces cada día por el campo malagueño) seguro que el zumbido de un mosquito te pone los pelos de punta. Desde el viernes 28 de junio de 2025, la Junta de Andalucía ha confirmado oficialmente el primer caso de lengua azul de la temporada 2025‑2026. El susto ha saltado en una explotación de ovino en Cártama, a solo 17 kilómetros de la capital. El diagnóstico no deja dudas: serotipo 3, el mismo que ya apareció en Casares en enero. Y todo, cómo no, certificado por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, que tiene la última palabra cuando se trata de virus ganaderos. ¿Afecta solo a los pastores? Para nada: el brote vuelve a poner en cuarentena exportaciones, movimientos y, sí, toneladas de papeleo que a más de uno le va a quitar el sueño.
¿Dónde y cuándo se ha detectado el brote?
El primer foco andaluz de la nueva campaña se localizó exactamente en la finca “Los Jarales” de Cártama (Málaga), tras la visita rutinaria de los Servicios Veterinarios Oficiales el 26 de junio de 2025. De inmediato, las muestras se enviaron al Laboratorio de Sanidad Animal de Andalucía, que dio positivo por serotipo 3 en tan solo 48 horas.
Este hallazgo confirma la recirculación del virus en la provincia. De hecho, Andalucía (y, por extensión, toda la península ibérica) continúa sin estatus frente a los serotipos 1, 3 y 4. Eso significa que la región debe mantener vigilancia reforzada, prohibiciones de movimiento sin autorización previa y, cómo no, la temida batería de trámites que acompañan a cada guía de transporte de ganado. Por cierto, quien crea que puede escaquearse, que recuerde las sanciones: hasta 60.000 euros si se incumplen las restricciones.
¿Qué es la lengua azul y por qué preocupa tanto?
La lengua azul es un virus hemorrágico que afecta sobre todo a los ovinos, aunque también puede complicarle la vida a vacas, cabras e incluso ciervos. No se contagia entre animales por contacto directo: el villano es el mosquito Culicoides, que actúa como vector y, por desgracia, no entiende de líneas en el mapa.
El serotipo 3 provoca síntomas tan llamativos como ulceraciones bucales, fiebre alta (hasta 42 °C) y, en los casos graves, la muerte de un 5 % del rebaño. Para el bolsillo del ganadero, la factura llega en forma de pérdidas medias de 28 € por cabeza entre bajada de peso, medicaciones y restricciones de mercado. Y, para rematar, cada vacuna cuesta aproximadamente 0,72 € por animal, una cifra que multiplica rápido cuando hablamos de explotaciones con varios cientos de ovejas.
Claves para contener el virus esta temporada 2025‑2026
Las autoridades insisten en que la mejor defensa es, literalmente, pinchar primero y preguntar después. Ahora bien, conviene no quedarse solo en el titular y pasar a la acción.
Antes de nada, recuerda que vacunar sigue siendo voluntario pero altamente recomendable. Además, mover un solo animal sin el certificado correcto puede convertirse en la típica pesadilla de ventanilla (con su sello, sus duplicados y la obligatoria “tasa 046”) que nadie quiere afrontar. A continuación encontrarás las medidas indispensables que el Ministerio de Agricultura recomienda para minimizar riesgos:
- Vacunación completa frente a los serotipos 1, 3 y 4: pauta inicial y recordatorio anual.
- Desinsectación semanal de instalaciones y animales con piretroides autorizados.
- Mallas antimosquitos y estabulación nocturna en zonas húmedas o cercanas a cauces.
- Control estricto de movimientos: guía sanitaria válida + declaración de destino.
- Vigilancia documental: registrar temperatura y síntomas a diario durante 28 días.
Apliques todas o solo parte de estas acciones, lo fundamental es la constancia. Saltarse una semana de desinsectación o retrasar la segunda dosis de la vacuna puede abrir la puerta a nuevos positivos, y nadie quiere repetir la historia dentro de unos meses.
Por tanto, si gestionas una explotación o trabajas en el transporte de ganado, mantén al día tus certificados, pide información a tu oficina comarcal agraria y, sobre todo, permanece atento a los comunicados de la Junta: los mosquitos no descansan, y la burocracia tampoco.