El creciente coste de la vida, la subida de los precios en la vivienda y la inflación generalizada hacen cada vez más necesario contar con un respaldo económico que permita afrontar imprevistos. ¿Te interesa saber más? A continuación, te explicamos cómo calcular el dinero que deberías tener ahorrado en función de tus ingresos, y todo ello de una forma práctica y cercana para que puedas aplicarlo desde ya.
En líneas generales, la clave está en crear un colchón que te ofrezca tranquilidad financiera. Luis Pitas, experto en finanzas personales, asegura que ahorrar no es cuestión de grandes cantidades, sino de organización y constancia. Incluso con sueldos mileuristas, es posible establecer un porcentaje y destinarlo al ahorro mes a mes. La famosa regla 50/30/20 es, precisamente, una de las mejores estrategias para conseguirlo.
Por qué es fundamental contar con un colchón económico que asegure tu tranquilidad laboral y familiar
Más allá de llegar holgado a final de mes, disponer de un colchón económico te puede salvar en situaciones como la pérdida de un empleo o la necesidad de afrontar gastos repentinos. Tal y como señala Pitas, ahorrar conlleva tener cierto margen de maniobra ante eventuales problemas.
Por otro lado, esta seguridad no solo es relevante a nivel personal, sino que contribuye a la estabilidad familiar. Además, si vives solo o tienes que afrontar el pago de una vivienda por tu cuenta, contar con un respaldo financiero se vuelve todavía más urgente.
La regla 50/30/20 y los pasos para organizar tus finanzas de manera efectiva y sin grandes sacrificios
La regla 50/30/20 divide tus ingresos en tres porcentajes muy claros:
- 50% para gastos básicos: incluye el pago de alquiler o hipoteca, suministros, alimentación, educación o transporte.
- 30% para “caprichos”: se destina a ocio, comidas fuera de casa, suscripciones o viajes.
- 20% para ahorro: se separa al comienzo de cada mes, y lo ideal es ingresarlo en una cuenta específica para que “no te tiente” el gasto inmediato.
Antes de usar este método, conviene calcular cuánto ganas al mes (neto, tras retenciones e impuestos) y revisar tus gastos fijos y variables. De esta forma, podrás encajarlos en las tres categorías anteriores y saber qué ajustes puedes realizar. Para ilustrarlo mejor, aquí tienes un ejemplo en forma de tabla donde se aplica la regla 50/30/20 a un sueldo hipotético de 1.500 euros:
Categoría | Porcentaje | Cantidad Mensual | Ejemplos de gastos |
---|---|---|---|
Gastos básicos | 50% | 750 € | Hipoteca, facturas, alimentación |
Caprichos | 30% | 450 € | Ocio, cenas, suscripciones |
Ahorro | 20% | 300 € | Cuenta de ahorro o inversión |
Como ves, detraer el ahorro al principio del mes cambia la perspectiva: la prioridad pasa a ser guardar ese 20%, y el resto se utiliza según la categoría correspondiente.
Consejos prácticos para aplicar la regla 50/30/20 en tu día a día sin que tu bolsillo sufra demasiado
Una vez calculados ingresos y gastos, lo primero es revisar qué partidas pueden reducirse. A veces es suficiente con cambiar de supermercado, plantearse el transporte público en lugar de usar el coche o renegociar contratos de suministros.
Después, destina ese 20% de ahorro de forma inmediata, preferiblemente a una cuenta separada para evitar tentaciones de gasto. Si te resulta complicado, apuesta por la domiciliación automática. De esta manera, se hará el traspaso sin que apenas lo notes.
Finalmente, mantén cierto equilibrio. No se trata de renunciar por completo a salidas o momentos de ocio, sino de controlar el porcentaje para que tu presupuesto sea sostenible a largo plazo. Asismismo, organizar los gastos con el método 50/30/20, es una alternativa idónea para quienes buscan un camino realista hacia la tranquilidad financiera. Calcula tus ingresos, revisa cada partida y aparta el ahorro antes de gastar. Así, lograrás un equilibrio que te permitirá responder mejor a cualquier cambio o dificultad económica. Puedes acceder a estas noticias en trámites.