Alber Einstein es, tal vez, el físico más famoso y relevante del siglo XX. Su implantación de la Teoría de la Relatividad, además de conducirle a ganar el Premio Nobel de Física, lo han encalado en la cultura popular como uno de los hombres más inteligentes de la historia. Muchas personas se preguntan cómo funcionaba la mente de este genio. La respuesta la tiene Marian Diamond, otra extraordinaria científica, cuyos descubrimientos dan resultados muy alentadores sobre nuestro propio cerebro:
El cerebro de Einstein estudiado por Marian Diamond
Marian Diamond, nacida en California en 1926, se graduó en Biología y siempre se mostró fascinada por el funcionamiento del cerebro “la masa más compleja” existente. Su curiosidad y su avidez la fueron consolidando como una de las científicas más expertas en y posteriormente se convirtió en una estudiosa del cerebro de Einstein.

El estudio de 1985 que muestra cómo funcionaba el cerebro de Einstein
En 1985, Diamond publicó un estudio sobre el cerebro de Albert Einstein. Para hacer dicha investigación, analizó varias muestras del cerebro del físico y las comparó con muestras similares sacadas de cerebros control.
Los resultados mostraron que en el cerebro de Albert Einstein presentaba más cantidad de células gliales que otros cerebros “normales”. Se trata de un tipo de células que cumplen una función de apoyo de las neuronas e intervienen activamente en el procesamiento de información. También, Diamond descubrió mayor número de células en la región parietal, comparado con los cerebros de otros 11 hombres, lo que puede explicar su capacidad de razonamiento matemático.

No solo el cerebro de Einstein: los otros descubrimientos de Diamond
Aparte de estudiar el cerebro de Einstein, Diamond es conocida por otros trabajos que revolucionaron la neurociencia moderna. En 1964, esta bióloga realizó otro revolucionario experimento con ratas criadas en estas situaciones:
- Aislamiento.
- Crianza común.
- Estimuladas, en compañía y con juguetes.
Las ratas estimuladas tenían un funcionamiento cerebral distinto
La investigación demostró que las ratas estimuladas tenían una corteza cerebral más gruesa que las ratas empobrecidas, lo que significaba un cambio en el pensamiento científico. Otras contribuciones de Diamond fueron, además de comprender que los componentes estructurales de la corteza cerebral pueden ser alterados, que estas modificaciones pueden ocurrir a cualquier edad, por lo que se la considera una de las precursoras de la neuroplasticidad cerebral.
Cuando falleció, en 2017, la Universidad de Berkley, donde trabajaba, publicó un escrito en su honor: «Fue la primera persona que demostró que el cerebro puede cambiar con la experiencia y mejorar al enriquecerlo y quien descubrió evidencia de eso en el cerebro de Albert Einstein«.
Gracias a Marian Diamond, sabemos cómo funcionaba la mente de Einstein y tenemos la buena noticia de que el entrenamiento cerebral puede ser a cualquier edad, gracias a la neuroplasticidad. Para seguir leyendo estas noticias, visítanos en nuestra sección de actualidad.