Las pensiones contributivas son aquellas cuya concesión está supeditada, por lo general, a que el beneficiario haya tenido una relación jurídica previa con la Seguridad Social y cumpla una serie de requisitos en función del tipo de prestación. Por el contrario, las pensiones no contributivas se otorgan en función de la situación de necesidad de la persona, independientemente de si ha cotizado o no a la Seguridad Social. A continuación te explicamos cuáles son las pensiones contributivas y sus requisitos de acceso.
Tipos de pensión contributiva
La pensión contributiva más conocida es la de jubilación. Dentro de esta prestación, existen varios tipos (pensión por jubilación ordinaria, parcial, anticipada…) según las circunstancias. Otras pensiones contributivas son:
- Por incapacidad permanente: es la prestación que percibe un trabajador cuando, una vez dado de alta médica tras una enfermedad o accidente, su situación le impida o disminuya su capacidad laboral. Las hay de varios tipos: incapacidad permanente parcial o total para la profesión habitual; incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
- Por muerte y supervivencia: son las pensiones que perciben los beneficiarios del cotizante en caso de fallecimiento. Algunas de estas son: las pensiones de viudedad u orfandad o en favor de otros familiares.
- Extraordinarias, por terrorismo: también reciben prestaciones las personas que resulten incapacitadas como consecuencia de actos de terrorismo (o sus familiares en caso de fallecimiento).
¿Quiénes pueden acceder a ella?
En primer lugar, para tener derecho a la pensión contributiva se debe haber estado en situación de alta en uno de los regímenes de la Seguridad Social. Además, se debe haber cotizado un número mínimo de años. Por ejemplo, en el caso de la pensión de jubilación, el período mínimo de cotización exigido es de 15 años, dos de los cuales deben ser en los 15 años inmediatamente anteriores al momento de causar el derecho a la prestación.
Por otro lado, generalmente, en los casos de jubilación, el solicitante debe haber cumplido los 67 años. No obstante, este condicionante no se aplica en otras pensiones contributivas ya que estas cuentan con los suyos propios.
Por ejemplo, la pensión de incapacidad, requiere que el beneficiario esté dado de alta en la Seguridad Social durante un periodo de tiempo mínimo y tiene en cuenta la edad para realizar el cálculo del importe a percibir. No obstante, depende de otros factores como son la causa de la invalidez. Esto es debido a que no es lo mismo una enfermedad o accidente profesional que no profesional o el tipo de invalidez que se sufra (parcial, total, etc.).
¿Cómo se calcula el importe de la pensión contributiva?
Por último, cabe mencionar que el importe de la pensión contributiva que se va a cobrar no solo depende del tiempo que se cotiza a la Seguridad Social. Otro factor importante es la cantidad que se haya “aportado” (tanto si se es trabajador por cuenta propia o ajena) a este organismo.
Para realizar el cálculo de estas cotizaciones se tiene en cuenta la base reguladora establecida por ley. Sobre ella, se aplica un porcentaje de cotización con el que se determina la “cuantía” (mensual) que aporta el trabajador. Si eres pensionista o tienes dudas respecto a las pensiones, puedes visitar la sección de prestaciones. Allí, podrás mantenerte informado de todas las actualizaciones al respecto.