Una mujer de 43 años ha conseguido una pensión por incapacidad permanente de 2.200 euros mensuales después de que el Juzgado de lo Social de Logroño fallara a favor de su recurso frente a la Seguridad Social.
El Juzgado de lo Social de Logroño (La Rioja) le reconoce la prestación tras dos negativas administrativas en 2024. El tribunal tuvo en cuenta las secuelas de un cáncer de mama en fase IV y un episodio depresivo moderado.
El conflicto arranca en 2024, cuando la Dirección Provincial del INSS rechazó la solicitud de la mujer. En enero de ese año, la administración denegó la incapacidad al considerar que sus lesiones “no alcanzaban un grado suficiente de su capacidad laboral”. Dos meses después, la afectada aportó un informe médico sobre su tratamiento oncológico. Aun así, la administración volvió a desestimar la petición, lo que llevó el asunto a sede judicial a través del correspondiente recurso.
Las secuelas del cáncer de mama en fase IV que resultaron determinantes
En el procedimiento se valoraron las consecuencias derivadas de la intervención y de los tratamientos recibidos para tratar el cáncer de mama en fase IV. Según se recoge en la resolución, esas secuelas se traducían en dolor y limitación en la movilidad del hombro. Dado lo anterior, el juzgado también tuvo en cuenta el estado anímico de la trabajadora. Entre los elementos relevantes para estimar el recurso figuraba el episodio depresivo moderado que presentaba la mujer.
Además, se consideró que la quimioterapia y la radioterapia habían derivado en un diagnóstico de “fibromialgia y dolor crónico generalizado”, un cuadro que, según valoró el tribunal, limitaba su capacidad para desarrollar cualquier actividad laboral.
El fallo del Juzgado de lo Social de Logroño y la cuantía reconocida
Con estos antecedentes, el Juzgado de lo Social de Logroño falló a favor de la demandante y le concedió la pensión por incapacidad permanente con una cuantía equivalente al 100% de su base reguladora. En este sentido, la resolución llega después de que la vía administrativa no prosperara, pese a la documentación médica presentada, y consolida el reconocimiento judicial de la prestación en favor de la trabajadora.
Para finalizar, recordemos que la pensión por incapacidad permanente es una prestación económica que cubre la pérdida de ingresos de un trabajador cuando una enfermedad o un accidente le impide realizar su trabajo habitual o cualquier otro. Su cuantía varía en función del grado reconocido. Puedes conocer más detalles sobre este asunto en la sección de prestaciones de nuestro diario digital.