La DGT estrena en la A2 unos radares de ocupación alimentados por energía solar y conectados por 5G para imponer multas automáticas sin presencia policial.
La DGT ha instalado en la Autovía A2, en el acceso a Madrid desde Barajas, el primer radar de ocupación para vigilar el nuevo carril Bus-VAO que entrará en funcionamiento en el primer trimestre de 2026 y sancionará los usos indebidos. Posteriormente, se implantará previsiblemente en otros puntos de la geografía española. Veamos en qué consisten estos “radares negros”.
Cómo funcionarán los nuevos radares negros de ocupación en España
Estos radares, llamados radares negros por su carcasa discreta, no miden la velocidad: escanean el interior del vehículo para comprobar si viajan al menos dos personas cuando el carril es de Vehículos de Alta Ocupación. Así se reserva el espacio para transporte público y coche compartido.
La novedad del carril Bus-VAO de la A2 es que no tendrá separación física respecto al resto. Por eso Tráfico recurre a un sistema capaz de contar ocupantes incluso con tráfico intenso. ¿Y qué pasa si entras solo al carril reservado? Quien circule sin el mínimo de ocupantes se expone a una multa de 200 euros.
Control del carril Bus-VAO y ausencia de separación física
El carril Bus-VAO que se incorporará a la A2 será un carril de alta ocupación integrado en la calzada normal, sin barreras ni segregación especial más allá de la señalización. El control automatizado será clave para garantizar que solo entren los vehículos que cumplen las condiciones.
La sanción para quienes circulen solos cuando sea obligatorio llevar acompañante será de 200 euros. Estos radares están preparados para procesar hasta 1.000 vehículos por hora y diferenciar entre conductores solos y ocupantes reales mediante el análisis de patrones térmicos y de movimiento, dejando fuera muñecos o mascotas.
Para tener una visión rápida, estos son algunos datos clave del nuevo sistema de radares de ocupación:
| Aspecto | Detalle |
|---|---|
| Ubicación | A2, entrada a Madrid desde Barajas |
| Puesta en marcha | Primer trimestre de 2026 |
| Uso carril | Transporte público y vehículos con dos ocupantes |
| Multa por viajar solo | 200 euros |
| Capacidad | Hasta 1.000 vehículos por hora |
Con este esquema, la DGT busca controlar el uso del carril Bus-VAO y mejorar la fluidez del tráfico en este acceso a la capital.
Tecnología de cámaras, visión artificial y conexión 5G en los radares
Cada radar está formado por dos cámaras fijas sincronizadas: una va al inicio del carril Bus-VAO y otra entre 50 y 100 metros más adelante. Ambas disponen de sensores ópticos infrarrojos y trabajan con un software de visión artificial capaz de detectar siluetas humanas con una precisión del 95 por ciento.
El sistema analiza patrones térmicos y de movimiento para diferenciar cuerpos humanos de otros elementos, por lo que puede ignorar muñecos, objetos colocados en los asientos o incluso mascotas que viajen en el interior del vehículo. Así se evita que los conductores recurran a trucos que, en otros tiempos, podían pasar más desapercibidos.
La energía necesaria para su funcionamiento procede de paneles solares integrados y los datos se transmiten por 5G a servidores centrales, donde se generan las multas automáticas. Es lo más parecido a un radar invisible: no emite flashes ni señales que delaten su presencia, así que más vale cumplir la norma y no confiarse.
En conjunto, estos radares negros se integran en el ecosistema DGT 3.0 y suponen un paso más en el control del tráfico y la protección de los carriles de alta ocupación. Al fin y al cabo, si quieres usar el Bus-VAO, lo más sensato es compartir coche o apostar por el transporte público. Conoce más noticias de la DGT en nuestro periódico digital.