Tras la negativa del INSS, un Tribunal Superior de Justicia concede la incapacidad permanente total a una trabajadora con fibromialgia, reavivando el debate sobre la valoración de patologías crónicas.
Una trabajadora de 49 años ha obtenido la incapacidad permanente total después de que un Tribunal Superior de Justicia revocara la negativa inicial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). La resolución pone el foco en cómo se evalúan enfermedades complejas y multidimensionales en los procesos de incapacidad.
El tribunal concluyó que la intensidad de los síntomas hacía inviable continuar con su profesión habitual. La decisión llega en un contexto en el que especialistas sanitarios y juristas reclaman criterios actualizados para patologías invisibles con dolor persistente, limitaciones funcionales y afectación emocional.
Una trabajadora con fibromialgia en planta industrial de componentes eólicos
La empleada desempeñaba su labor en una planta dedicada a la fabricación de componentes eólicos, un entorno con exigencia física constante. El conflicto surgió cuando el INSS rechazó su solicitud de incapacidad pese a la clínica acreditada.
Durante el proceso, se valoraron el dolor generalizado, la rigidez lumbar, la pérdida de movilidad y la afectación psicológica vinculada a la enfermedad. Los magistrados subrayaron la incompatibilidad entre las demandas del puesto y el cuadro clínico constatado.
La investigación médica y valoración: dolor persistente, 18 puntos y tratamientos fallidos
El análisis de la documentación clínica fue determinante. Quedó acreditado un dolor persistente diagnosticado en los 18 puntos sensibles característicos de la fibromialgia, con impacto directo en la capacidad para sostener tareas físicas de forma continuada y segura.
También se constató que los tratamientos aplicados, incluidas infiltraciones, no mitigaban de manera efectiva los síntomas. Esta falta de mejoría consolidó la limitación funcional y reforzó el argumento de que la trabajadora no podía continuar en su profesión habitual.
El fallo judicial del Tribunal Superior de Justicia frente al INSS
A la vista de las pruebas, el Tribunal Superior de Justicia revocó la resolución del INSS y reconoció la incapacidad permanente total. El fundamento central fue la incompatibilidad entre las exigencias físicas del puesto y la sintomatología acreditada.
El reconocimiento de la incapacidad permanente total permitirá a la afectada percibir el 55% de su base reguladora. Esta prestación se concede cuando la persona no puede continuar en su profesión habitual, aunque podría realizar otras labores compatibles con sus limitaciones.
Impacto en futuras reclamaciones de incapacidad permanente total por fibromialgia
La sentencia podría marcar tendencia y anima a revisar los criterios de evaluación en patologías crónicas. Especialistas en derecho laboral señalan la importancia de una valoración exhaustiva, tanto física como psicológica, para acreditar el alcance real de la enfermedad.
En este sentido, recuerdan que cada proceso es individual y que indicadores clínicos como los puntos gatillo o cuestionarios específicos pueden resultar determinantes ante los tribunales. Dado lo anterior, la resolución abre la puerta a que otras personas con cuadros similares recurran cuando el INSS deniegue inicialmente la prestación.
Para el colectivo afectado, el mensaje es claro: la fibromialgia, aunque invisible, puede ser profundamente incapacitante. Por este motivo, su reconocimiento requiere una defensa técnica sólida y pruebas médicas concluyentes que reflejen la limitación funcional real en el puesto de trabajo. Conoce más sentencias del mundo laboral en nuestra sección de empleo.