El aumento de las bajas laborales dispara todas las alarmas tanto en empresas como en la Seguridad Social.
Los últimos análisis sobre absentismo laboral en nuestro país, señalan que las bajas superan ya los 9 millones en 2024, casi el doble que en 2016. Cada jornada, más de 1,2 millones de trabajadores no acuden a su puesto. La factura conjunta para empresas y Seguridad Social alcanza los 33.000 millones, con un alza del 12% interanual. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Por qué las bajas laborales crecen en España desde 2016 y qué dolencias pesan
Los periodistas Pilar García de la Granja y Jorge Bustos, en una reciente intervención en la COPE, situaron el foco en dos perfiles sanitarios que, según el economista Lorenzo Serrano (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), explican dos tercios del aumento del absentismo laboral en España en la última década. Por un lado, están las algias: dolores como espalda o brazo, y por otro, los problemas de salud mental. No es un fenómeno exclusivo de trabajadores de mayor edad; el repunte se extiende a distintos colectivos.
En general, se observa un incremento tanto en bajas de corta duración (menos de cinco días) como en las de larga duración (más de un año). Las segundas están a menudo vinculadas a trastornos de salud mental, donde pesan la falta de especialistas y circuitos asistenciales saturados. En resumen: más casos y procesos más largos. Y no es poca cosa.
Burocracia y gestión de incapacidades temporales: cómo influyen en el absentismo y alargan las recuperaciones
Serrano advierte de que la gestión de las incapacidades temporales no siempre sigue la evolución clínica, sino que, con frecuencia, se ve condicionada por la propia normativa y por procedimientos que se dilatan. La consecuencia es clara: trámites largos, recursos limitados y demoras que acaban sumando días de baja. ¿Se puede agilizar sin perder garantías médicas? Esa es la pregunta que sobrevuela a empresas y administraciones. Antes de seguir, conviene quedarse con estas ideas que ordenan el debate:
- Aumento sostenido desde 2016, acelerado tras la pandemia.
- Dos causas dominantes (algias y salud mental).
- Suben bajas cortas y largas.
- La burocracia y la escasez de especialistas prolongan procesos.
- Impacto directo en costes de empresas y Seguridad Social.
La lista anterior sintetiza los elementos que están empujando el fenómeno y que, por tanto, deberían guiar cualquier respuesta institucional.
El impacto económico para empresas y Seguridad Social: una factura en aumento y difícil de sostener
La patronal de las mutuas (AMAT) sitúa el coste total del absentismo en 33.000 millones este año. El incremento del 12% respecto al ejercicio anterior confirma la tendencia ascendente. Para las compañías, se traduce en sustituciones, pérdida de productividad y tensiones organizativas; para la Seguridad Social, en más prestaciones y presión sobre la gestión. A continuación, un resumen de datos clave difundidos en el programa y que ayudan a dimensionar el problema:
Indicador | Dato | Observación |
---|---|---|
Personas que no acuden al trabajo cada día | Más de 1,2 millones | Nivel récord en 2024 |
Bajas registradas en 2024 | Por encima de 9 millones | Casi el doble que en 2016 |
Coste total anual | 33.000 millones de euros | Suma de impacto para empresas y Seguridad Social |
Variación frente al año previo | +12% | Tendencia al alza consolidada |
Causas que más empujan el crecimiento | Algias y salud mental | Explican dos tercios del aumento de días de baja |
Estos números evidencian un reto económico y organizativo. Por tanto, cualquier medida que reduzca tiempos de tramitación o mejore la atención especializada puede tener un efecto directo en el gasto y en la recuperación de los trabajadores.
Qué deben vigilar empresas y administraciones para reducir bajas laborales persistentes y evitar nuevos máximos
La prioridad pasa por revisar los circuitos de gestión de la incapacidad temporal, simplificando trámites para que la decisión clínica sea la que marque el ritmo de alta y seguimiento. Además, reforzar la atención en salud mental y el abordaje del dolor crónico ayudaría a cortar la cronificación. ¿La solución pasa solo por más recursos? No necesariamente: también por coordinar mejor a mutuas, servicios públicos y empresas para que cada caso se gestione con rapidez, criterios médicos y sin burocracia añadida.
En consecuencia, el mapa está trazado: causas claras, procedimientos mejorables y una factura que pide respuesta. El desafío no es menor, pero ordenar los procesos y priorizar lo sanitario por delante de la tramitación puede empezar a doblar la curva del absentismo. Síguenos para conocer otras interesantes noticias del mercado laboral.