Meteored advierte de un escenario propicio para danas este otoño. Los expertos recuerdan el impacto de octubre de 2024 en Valencia y explican por qué el riesgo podría repetirse, aunque solo se anticipe con pocos días.
El Mediterráneo vuelve a estar en el punto de mira. Tras la dana que azotó Valencia y otras zonas del este peninsular en octubre de 2024, los meteorólogos alertan de que este otoño podría traer “un gran evento de lluvias torrenciales” en la cuenca mediterránea. ¿Se repetirá algo parecido? Los expertos señalan que estos episodios solo se pueden prever con unos días de antelación, pero las condiciones favorecedoras están sobre la mesa.
Por qué los meteorólogos alertan de lluvias torrenciales en la cuenca mediterránea este otoño
Los especialistas de Meteored analizan el escenario para el otoño de 2025 y subrayan que las danas podrían volver a protagonizar episodios de inestabilidad severa. El recuerdo de 2024 es reciente: lluvias torrenciales, inundaciones y daños con huella duradera. De ahí que el foco se sitúe en el este peninsular y áreas cercanas al litoral mediterráneo. ¿Preparados para una repetición, quizá no tan extrema, pero relevante?
Qué son las danas y cómo pueden evolucionar hasta borrascas frías aisladas
El físico y meteorólogo José Miguel Viñas explicó que las danas son “fenómenos meteorológicos naturales asociados a la dinámica atmosférica de latitudes medias”. Se originan cuando una porción de aire frío en altura se desprende de la circulación del oeste y queda aislada en la troposfera. Este “núcleo” puede evolucionar hasta convertirse en una borrasca fría aislada, capaz de generar inestabilidad muy marcada. “Es normal que se formen danas por la propia configuración de rotación de nuestro planeta”, subrayó.
Factores que elevan el riesgo: mar cálido, levante húmedo y relieve costero
Viñas recuerda que estas depresiones no son exclusivas del otoño, pero en esta época confluyen ingredientes que disparan el peligro: vientos de levante cargados de humedad, relieve montañoso cerca de la costa y un Mediterráneo cada vez más cálido. Ese calentamiento, a un ritmo de 0,04 °C al año, “entre tres y cuatro veces más rápido que los océanos a escala planetaria”, aporta energía y vapor de agua, el combustible de las tormentas. Además, la persistencia de dorsales cálidas (“situaciones Omega”) y la mayor interacción entre el chorro subtropical y el polar aumentan la probabilidad de episodios más intensos.
A continuación, resumimos los elementos clave señalados por los expertos y su posible impacto. Sirve como guía rápida para entender por qué el riesgo crece:
Factor observado | Qué indica en la atmósfera | Efecto probable según los expertos |
---|---|---|
Mediterráneo más cálido (0,04 °C/año) | Más energía y vapor de agua disponibles | Mayor potencial de lluvias muy intensas |
Vientos de levante húmedos | Aporte continuo de humedad hacia la costa | Episodios de precipitación persistente |
Relieve montañoso cercano a la costa | Forzamiento orográfico | Acumulaciones de lluvia en poco tiempo |
Dorsales cálidas e interacción de chorros | Patrones favorables a inestabilidad severa | Danas más intensas y peligrosas |
En consecuencia, el cóctel es claro: si coincide una dana con estos ingredientes, el episodio puede amplificarse. Ojo, porque no hace falta que sea extremo para generar problemas locales.
Cuándo podría ocurrir y qué margen real de predicción existe este otoño
El climatólogo de Meteored, Samuel Biener, sostiene, en relación con lo vivido en octubre de 2024, que “es bastante probable que suceda algo similar en algún punto de la cuenca mediterránea en las próximas semanas, quizás no tan extremo, pero con impactos muy importantes sobre la población y el territorio”. ¿Se puede avisar con mucha antelación? Él mismo matiza que “solo se pueden anticipar unos pocos días antes de que ocurra”. Esto quiere decir que la vigilancia y la actualización continua de previsiones serán decisivas. Para terminar, estas son las claves que ayudan a comprender el escenario de este otoño y por qué levanta tanta atención:
- Las danas son habituales de latitudes medias y pueden derivar en borrascas frías aisladas.
- El mar Mediterráneo más cálido aporta energía y vapor, potenciando tormentas.
- Los vientos de levante y el relieve costero favorecen lluvias intensas.
- Patrones como “situaciones Omega” y la interacción de chorros elevan el riesgo.
- La predicción fina solo es posible con pocos días de antelación.
En definitiva, el Mediterráneo afronta semanas de seguimiento estrecho. No se trata de alarmar, pero sí de estar atentos: mejor no bajar la guardia. Síguenos para conocer más noticias de actualidad sobre el tiempo y otros asuntos de interés para la ciudadanía.