Saturno, además de ser el segundo planeta más grande, solo por detrás de Júpiter, tiene un sello de identidad que lo hace único: los anillos. Estos, se extienden hasta 280.000 kilómetros desde la superficie del planeta y tienen una altura vertical de menos de un kilómetro de espesor en algunas zonas. Sin embargo, debido a un particular fenómeno que ocurre cada 13 a 16 años, los anillos de Saturno no serán visibles desde la Tierra. ¿Van a desaparecer? Te lo explicamos a continuación.
¿Qué va a pasar con los anillos de Saturno?
Los famosos anillos de Saturno están a punto de desaparecer temporalmente de nuestra vista. Este evento astronómico tendrá lugar en marzo de 2025. En esa fecha, los imponentes anillos de este planeta se ocultarán brevemente antes de volver a ser visibles. Se trata de un fenómeno, conocido como «acto de fuga cósmico».
Este ocurrirá cuando la Tierra se posicione en el punto exacto en el que los bordes de los anillos de Saturno se encuentren orientados directamente hacia nosotros. Con esto, dará la impresión de que han desaparecido por completo. No obstante, es importante señalar que este fenómeno es el resultado de una ilusión óptica.
Este acontecimiento coincide con el equinoccio de Saturno, un fenómeno que ocurre cada 29,4 años terrestres, cuando el Sol ilumina directamente el ecuador del planeta. La última vez que este fenómeno fue visible fue en septiembre de 2009 y se espera que se repita en octubre de 2038. Por otro lado, en 2032, Saturno estará posicionado de manera ideal para que sus anillos resulten visibles en todo su esplendor.
No van a desaparecer…Ahora
Pese a que este acontecimiento es fruto de una ilusión óptica, la realidad es que, según estudios de la NASA, los anillos de Saturno podrían extinguirse en los próximos 300 millones de años. Esto es debido a que están siendo absorbidos por el planeta debido a la gravedad del mismo. Esta, se manifiesta en forma de lluvia polvorienta de partículas de hielo y está influenciada por el campo magnético de Saturno.
¿Cuál es su estructura?
Los anillos de Saturno se componen por pequeñas partículas, casi totalmente de hielo, roca y polvo. El tamaño de estas partículas va desde un grano de arena hasta el de una casa. Además, la estructura del anillo también tiene una fina capa de atmósfera compuesta de oxígeno. Su formación ha intrigado a los científicos y a día de hoy todavía hay muchas hipótesis al respecto.
Una de ellas es que esos aros son el resultado de una colisión ocurrida cuando nació nuestro sistema planetario. Esta habría tenido como protagonista al mismo planeta y a otro cuerpo grande que se desintegró en el choque. Como resultado, sus restos habrían quedado orbitando alrededor del gigante anillado.
Estos anillos fueron descubiertos de forma accidental por Galileo Galiei en 1610. El astrónomo, se encontraba observando a través de su telescopio y los calificó como “extraños apéndices”. Si quieres disponer de más información sobre estos temas, te invitamos a que accedas a la sección de actualidad.