Las familias españolas pueden volver a equilibrar su bolsillo en septiembre combinando huchas virtuales, tarjetas con cashback y la famosa regla 50/30/20.
Cuando el descanso estival termina, la subida de gastos suele hacerse notar. ¿Te has pasado de presupuesto entre hoteles, helados y gasolina? El Banco de España propone tres métodos sencillos para que tu cuenta corriente vuelva a respirar sin renunciar a tus planes de otoño.
Las huchas virtuales: la opción automática del Banco de España para empezar a ahorrar
El primer consejo pasa por las llamadas huchas virtuales, presentes en la app de muchos bancos. Su mecánica es tan simple como efectiva: se redondea cada pago al euro superior y la diferencia se desvía a un “bote” de emergencia. Si abonas 2,60 €, el sistema carga 3 € y aparta 0,40 € sin que tengas que pensarlo dos veces. ¿Resultado? Un colchón que crece casi sin notarlo.
Método | Cómo funciona | Ventaja principal |
---|---|---|
Hucha virtual | Redondea cada compra y guarda la diferencia | Ahorro automático y sin esfuerzo |
Tarjeta con cashback | Devuelve un % de cada compra | Recuperas dinero de tus gastos cotidianos |
Tarjeta que invierte | Destina un % de la compra a fondos o pensiones | Refuerza el ahorro de largo plazo |
Esa separación automática fomenta la disciplina financiera de forma casi lúdica. Además, ver crecer la cifra motiva a mantener la constancia.
Tarjetas con devolución de dinero: pequeños porcentajes que suman grandes cantidades al final
El segundo método apuesta por las tarjetas con cashback. Devuelven al titular un porcentaje de lo que gasta, por ejemplo, el 3 %, y, aunque las cifras individuales parezcan bajas, al cabo del año pueden suponer un ingreso extra relevante. Antes de lanzarte a usar una, revisa comisiones, topes mensuales y categorías excluidas; más vale conocer la letra pequeña que llevarse luego un disgusto.
Otra vía para ahorrar, combina consumo y planificación a largo plazo. Algunas tarjetas destinan un porcentaje de cada compra a productos financieros, como fondos de inversión o planes de pensiones. Así, cada vez que pasas la tarjeta también estás financiando tu jubilación. Eso sí, conviene comprobar si existen comisiones o requisitos de permanencia: no todos los plásticos son iguales y la rentabilidad puede variar.
Aplica la regla 50/30/20 para equilibrar tus ingresos, ocio y fondo de emergencia
¿De qué sirve ahorrar si luego no sabes cómo repartir el dinero? Aquí entra en juego la popular regla 50/30/20. Consiste en destinar el 50 % de los ingresos a necesidades básicas, el 30 % a deseos personales y el 20 % al ahorro. De esta forma, mantienes una estructura clara y evitas que el gasto se descontrole. La distribución podría organizarse así:
- 50 % necesidades: hipoteca o alquiler, alimentación, suministros y salud.
- 30 % ocio y deseos: cursos, ropa o esa escapada de fin de semana que tanto te apetece.
- 20 % ahorro: hucha virtual, inversión automática o cualquier producto financiero que refuerce tu seguridad.
¿Notas que a fin de mes no llegas al 20 %? Ajusta algunos gastos opcionales y prioriza la creación de un fondo de emergencia de entre tres y seis meses de costes fijos. El propio Banco de España recuerda que un colchón de este calibre aporta tranquilidad y evita recurrir a créditos caros en momentos de apuro.
Un último empujón para tu bolsillo
Septiembre no tiene por qué convertirse en sinónimo de “cuesta” si aplicas estos tres métodos y la pauta 50/30/20 de forma conjunta. Poner nombre y destino a cada euro, revisar las condiciones de tus tarjetas y aprovechar la magia del redondeo puede marcar la diferencia entre empezar el curso con agobios o con la sensación de tener el control.
Porque, al final, ¿quién no quiere llegar a diciembre con los regalos pagados y la tranquilidad de que sus finanzas marchan sobre ruedas? Conoce más noticias de economía en nuestro periódico digital.