Un estudio de la Universidad de Manchester avisa sobre la amenaza que representa el hongo Aspergillus debido al cambio climático. Este hongo, común en el medio ambiente, pueda causar infecciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. El estudio indica que el aumento de las temperaturas globales podría permitir que el Aspergillus se propague a nuevas regiones, aumentando el riesgo de infecciones en Europa, Asia y América del Norte. Para ser más concretos, se proyecta que este hongo podría expandirse en un 77,5% para el año 2100, exponiendo a millones de personas al riesgo de infección.
¿Qué es el Aspergillus y por qué preocupa tanto?
Aspergillus es un género de hongo que incluye especies como A. fumigatus, A. falvus y A. niger. Estos hongos se encuentran comúnmente en el suelo, el compost y el aire, y sus esporas pueden ser inhaladas fácilmente. En personas sanas, la exposición suele ser inofensiva, pero en individuos inmunocomprometidos, como pacientes con cáncer o enfermedades respiratorias, puede causar aspergilosis, una infección pulmonar grave que puede diseminarse a otros órganos. La Organización Mundial de la Salud ha identificado a A. flavus como una amenaza crítica para la salud pública debido a su resistencia a los tratamientos existentes.
Aspergillus flavus, que afecta tanto a humanos como a cultivos, podría aumentar su presencia en un 16%, lo que también plantea preocupaciones sobre la seguridad alimentaria. La resistencia a los tratamientos antifúngicos existentes y la falta de opciones terapéuticas eficaces agravan la situación. Se necesita invertir en investigación de manera urgente para poder entender y saber como enfrentarnos a las amenazas fúngicas emergentes.
¿Qué importancia tiene el cambio climático en la propagación de este hongo?
El estudio de la Universidad de Manchester, financiado por Wellcome, utilizó modelos climáticos para proyectar la expansión geográfica de Aspergillus bajo diferentes escenarios de calentamiento global. Los resultados indican que, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan sin control, A. fumigatus podría expandirse en un 77,5% para 2100, exponiendo a 9 millones de personas adicionales en Europa. Asimismo, A. flavus podría aumentar su presencia en un 16%, afectando a 1 millón más de personas y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria debido a su capacidad para contaminar cultivos con aflatoxinas, sustancias tóxicas que pueden causar daño hepático y cáncer.
Además, la resistencia a los antifúngicos está en aumento, en parte debido al uso de fungicidas en la agricultura que comparten mecanismos de acción con los medicamentos médicos. Esto dificulta el tratamiento de las infecciones y aumenta la mortalidad asociada. Sigue diariamente nuestra sección de actualidad para conocer las noticias científicas de más interés para el ciudadano de a pie.