Las autoridades han vuelto a insistir en la importancia de vigilar a los perros, especialmente durante los paseos en parques o pinares, ya que la oruga procesionaria está expandiéndose en distintas zonas de España. Esta plaga, que reaparece con la llegada del buen tiempo, puede provocar graves daños en las mascotas y también afectar a la población en general.
La Ley de Bienestar Animal, en vigor desde marzo de 2023, establece obligaciones para los dueños de perros, como garantizar revisiones veterinarias y evitar situaciones de riesgo. Y es que la Guardia Civil advierte de que la oruga procesionaria porta pelos urticantes que podrían causar irritaciones y reacciones alérgicas peligrosas tanto en animales como en seres humanos.
Nuevas obligaciones administrativas que los propietarios de perros deben conocer para evitar sanciones
Tener un perro conlleva cumplir con distintas responsabilidades legales y, en épocas como esta, se suma la necesidad de extremar cuidados para prevenir incidentes relacionados con la procesionaria. Algunas obligaciones relevantes son:
- Realizar comprobaciones veterinarias periódicas: un control sanitario adecuado evita complicaciones en caso de contacto con la oruga.
- Respetar la normativa de paseos en zonas verdes: muchas comunidades autónomas establecen medidas adicionales para proteger la fauna local.
- Velar por la salud pública: en caso de notar presencia de la plaga en espacios públicos, se recomienda notificar a las autoridades competentes.
Recomendaciones clave para proteger la salud pública y laboral en zonas afectadas por la procesionaria
Quien trabaja o reside cerca de pinares debe ser consciente de la incidencia de la oruga procesionaria, ya que sus pelos urticantes pueden quedar suspendidos en el aire. Además de perjudicar a los perros, pueden ocasionar problemas de salud en las personas. ¿Te interesa saber más sobre cómo prevenir riesgos? A continuación, se muestran algunas pautas generales:
- Mantener a los perros con correa en espacios naturales, evitando que husmeen zonas donde pueda haber nidos de orugas.
- Vigilar continuamente: un solo contacto con las orugas podría resultar fatal para la mascota.
- Acudir al veterinario de inmediato si el perro presenta inflamaciones en la lengua o babas excesivas.
Cómo realizar los trámites pertinentes ante la administración si se produce un contacto con la plaga
Si un perro ha tenido contacto directo con la oruga procesionaria, es aconsejable no solo buscar atención veterinaria urgente, sino también informar a las autoridades municipales o al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA). De esta manera, se inspeccionará la zona afectada y, si fuera necesario, llevar a cabo labores de control de la plaga. Para aclarar estas gestiones, a continuación se presenta una tabla orientativa:
Situación | Paso a seguir | Organismo competente |
---|---|---|
Perro con síntomas tras contacto con la oruga procesionaria | Llevar al veterinario de urgencias | Clínicas o centros veterinarios |
Observación de nidos o proceso de orugas en zonas públicas | Avisar al ayuntamiento correspondiente o al SEPRONA | Autoridades municipales y Guardia Civil |
Necesidad de retirar restos de orugas en zonas comunitarias | Contactar con servicios de control de plagas | Empresas especializadas o ayuntamiento |
La alerta de la Guardia Civil pone en relieve la obligación de todo dueño de perro de extremar la vigilancia, no solo por la salud de su mascota, sino también por la seguridad de otras personas. Tener una mascota implica responsabilidad, y frente a la oruga procesionaria, conviene informarse, preparar la documentación de salud canina y actuar rápido en caso de sospecha.