Dos jóvenes húngaros decidieron recoger y vender piezas de chatarra sin licencia. En concreto, llegaron a acumular más de 200 toneladas de ferralla, con unas cifras de facturación que rondaban los 80.000 euros. No obstante, fueron detenidos a finales de abril y la Fiscalía húngara pide para ellos entre un año y medio y dos de cárcel. Los hechos se remontan en el Condado de Somogy, situado en el suroeste de Hungría. Te detallamos todo lo que sucedió.
La Fiscalía pide prisión y confiscación de bienes
La Fiscalía ha solicitado la prisión de estos dos jóvenes. Según el testimonio de Gábor Csapó, portavoz de la Fiscalía del condado de Somogy, se ha pedido un año y medio de cárcel para uno de los dos acusados y dos años de prisión para el restante.
Cabe mencionar que los acusados, cuentan antecedentes penales, lo que ha agravado su situación penal. Los hechos por los que les imputan son por el beneficio económico que obtuvieron sin declarar la chatarra que vendieron, y por la violación de la normativa de gestión de residuos húngara. Esta depende de las directrices de la Unión Europea, que, incluye medidas regulatorias que conciernen específicamente a residuos peligrosos, aceites usados y biorresiduos.
Todo comenzó en 2021
Los acusados comenzaron su actividad en la primavera del 2021, de acuerdo al medio húngaro 24. Fue en la capital de Somogy, en Kaposvár, cuando los dos jóvenes descubrieron cómo retirar chatarra de centros de depósitos y hacer un negocio de esto.
Posteriormente, y sostenidos por una red de contactos, los imputados comenzaron a desmontar y clasificar restos de carrocerías de vehículos, tanto de forma ilícita como recibida por particulares. Con el paso del tiempo, se consolidaron como unos proveedores referentes para talleres mecánicos y centros de reciclaje de la zona, hasta que las autoridades detectaron la magnitud que había alcanzado negocio.
Su proceso era así: una vez que los acusados conseguían la chatarra, la dividían, la clasificaban y después la ponían a la venta con un precio que variaba entre los 2,5 y los 3,5 euros el kilo. Desde entonces y hasta la fecha de abril de 2025, cuando fueron descubiertos, reportaron unos 32 millones de florines húngaros, es decir, unos 80.000 euros.
Otros hechos delictivos en el condado de Somogy
Lo cierto es que no se trata de un caso aislado en este condado húngaro. En Somogy ya se detectaron otras actividades similares. En 2023, las autoridades detuvieron a un hombre por importar ilegalmente 1.800 toneladas de residuos desde Italia. El patrón, era muy similar al de estos dos jóvenes: operaciones ilegales y vínculos con redes delictivas.
Por lo tanto, como has podido leer en esta noticias, dichas acciones pueden salir verdaderamente caras y están penalizadas: no solamente por no declarar tantas cantidades de dinero obtenido, sino por incumplir la normativa europea sobre gestión de residuos. Si este tipo de noticias son de tu interés, te invitamos a que consultes diariamente la sección de actualidad de este periódico digital.