¿Has oído hablar de las acciones fantasma? Conocidas por su nombre en inglés como phantom shares constituyen una herramienta bastante usada por el personal de distintos tipos de empresas, especialmente, las startups. Consisten en un incentivo financiero concedido a ciertos empleados, que les permite obtener una compensación equivalente a la ganancia de las acciones de la empresa sin necesidad de ser propietarios reales. Lo que muchas personas se preguntan, es si tributan en la declaración de la Renta.
¿Tributan las acciones fantasma en la declaración de la Renta?
Las acciones fantasmas o phantom share son una paga realizada por una empresa a sus trabajadores, igual que una paga extra. Por lo tanto, cuando la compañía te ofrece un contrato con estas acciones (concesión), no estás obteniendo ninguna ganancia pero tampoco una pérdida. En este caso, no tendrás que tributar nada.
No obstante, si el trabajador genera beneficios y recibe el importe tras el plazo pactado, sí que estará obligado a tributar ese ingreso como un rendimiento del trabajo en el IRPF. Asimismo, la empresa, deberá hacer las retenciones correspondientes.
Las reducciones que ofrece Hacienda
Si tu caso es este último, que no cunda el pánico. El Artículo 18.2 de la LIRPF estipula la reducción de hasta un 30% en el impuesto del IRPF por irregularidad. Eso sí, esto se aplica siempre que las acciones fantasma fueran asignadas al empleado por lo menos 2 años antes del evento de liquidez.
Acciones fantasmas: ¿cuáles son sus ventajas y sus debilidades?
Las acciones fantasma ofrecen varios beneficios. En primer lugar, permiten a la empresa incentivar y motivar a sus trabajadores sin perder control o entre los accionistas. Otros de sus beneficios, son:
- Los empleados no tienen por qué poseer acciones reales de la empresa para beneficiarse del crecimiento de la misma.
- En ocasiones, pueden ser más sencillas de implementar que una transferencia de capital.
- Los trabajadores no necesitan invertir dinero para participar, a diferencia de las opciones sobre acciones, donde deben comprar acciones a un precio fijo.
- Debido a que no se emiten acciones reales, no diluyen la propiedad entre los accionistas existentes.
- Las condiciones se determinan entre la empresa y empleado, de forma libre
Inconvenientes de las acciones fantasma
No obstante, las phantom share o acciones fantasma incorporan algunas debilidades. Pueden traer problemas de interpretación si las especificaciones del contrato no están claras. Por lo tanto, se recomienda consultar a un asesor para establecer aspectos como la duración, el reparto o las condiciones asociadas a la percepción de los incentivos. Otros de sus inconvenientes, son:
- El empleado, al no ser socio, no tendrá derecho a voto ni opinión.
- Falta de equilibrio entre el poder de la compañía y el trabajador a la hora de negociar las condiciones (por lo tanto, como te hemos mencionado, te recomendamos que consultes a un experto y/o asesor).
- No facilitan una transición de propiedad si los propietarios buscan salir.
- A diferencia de las stock options, no otorgan la posibilidad de obtener una propiedad real y el potencial de ganancias significativas.
Te recordamos que las acciones fantasma no suponen ningún coste para los empleados, pero si el trabajador genera beneficios y recibe el importe tras el plazo pactado, sí tendrá que tributarlo como rendimiento de IRPF. Para seguir informándote sobre estas noticias, puedes visitar nuestra sección de trámites.